1. Cosas de familia


    Fecha: 18/09/2019, Categorías: Incesto Autor: KarlaSuarez, Fuente: SexoSinTabues

    ... compartirlo con alguien que pudiera entenderla y yo tuve la suerte de ser esa persona, así que empezó a contarme con detalle como hacía unos años había empezado a chupársela a su hijo como una especie de juego con él, en el que su hijo cada vez se iba excitando más, él también quería tocar y su madre se lo fue permitiendo, yendo cada vez a más hasta que se convirtió en algo habitual como una especie de vicio. Su hijo había cumplido ya 13 años y me decía que cada vez echaba más semen, pero que muchas veces se lo sacaba hasta que no le quedaba más, pero ella seguía masturbándolo hasta dejarlo agotado. Toda esta confesión me estaba excitando muchísimo y tuve que preguntarle: . - ¿Dejas que te folle ya? . - Sí, yo no tengo otro hombre en casa como tú y ya sabes las ganas que se tienen a veces de tener una polla dentro, así que empecé a dejar que me la metiera porque nos excitamos tanto los dos que lo necesitamos y no tenemos por qué dar explicaciones a nadie. . - Por supuesto. Yo no soy nadie para juzgar tus actos y lo entiendo perfectamente, porque después de las experiencias que he tenido últimamente, yo hubiera hecho lo mismo y la verdad es que te envidio. Mi amiga se quedó mirándome como si no se atreviera a decirme algo, pero finalmente me dijo: . - Cada vez me estoy haciendo más morbosa. Llámame loca, pero me apetece ver a mi hijo con otra mujer. Sólo ha estado conmigo, y a él le encantaría. . - ¿Me estás proponiendo que yo tenga algo con él también? . - Sí, no sé qué ...
    ... pensarás, si soy una degenerada o que he perdido la cabeza, pero ya que te he contado esto, creo que tenemos confianza para hablarlo. . - Claro mujer. No sabes la alegría que me das. Conmigo no tienes que disimular nada. Las dos podemos disfrutar mucho con tu hijo. . - Gracias, cuando empezaste a hacer ciertas preguntas a las mamás, me di cuenta de que podía confiar en ti y no te ibas a escandalizar por estas cosas. . - Gracias a ti. Estoy deseando ya ir a tu casa. . - Qué te parece el fin de semana, que está el crío más descansado y tenemos más tiempo para estar con él. . - Estupendo. Iré este fin de semana. Se me hizo un poco larga la espera de los dos días que faltaban para el fin de semana, pero a la vez me sentía aliviada porque iba a conseguir algo que creía muy difícil que pudiera darse sin grandes riesgos. Cuando llegué a su casa, miré a su hijo de una forma muy distinta a la que le había mirado todas las veces que le había visto desde que era pequeño y él me devolvió la mirada con un poco de timidez, al ser consciente de lo que iba yo a su casa, porque su madre ya habría hablado con él y tendría los típicos nervios de un crío de su edad ante una situación así, a pesar de toda la experiencia que pudiera tener ya con su madre, por lo que ella trató de relajar el ambiente, gastándole alguna broma que nos hizo reír a todos, diciéndole finalmente: . - Anda, vamos a la habitación, que estaremos más cómodos. Cuando estuvimos allí, la madre se sentó en la cama y le bajó los ...