-
Alegrando a un anciano (Parte 2)
Fecha: 21/09/2019, Categorías: Gays Autor: rolf, Fuente: CuentoRelatos
... en cualquier momento haría que el viejo se corriera. Pasaron más de dos canciones y aún no había indicios de que se vendría, muy por el contrario la propia joven se ponía cada vez más colorada por el movimiento y por todo lo que el horrible sujeto le decía al oído, poco a poco la muchacha se acercaba más a esa boca tan maloliente como si de una adolescente enamorada se tratara. —¿sabes? Hasta ahora no me creo que tenga a una mujer tan hermosa moviéndose así y estimulando cada vez más a mi muchacho —¿si…? —esos labios tuyos son riquísimos, ¿recuerdas nuestro primer besito? —usted en muy calentón, esos no eran besos, literalmente usted solo pasaba su lengua por toda mi boca. —¿así? ¿Y cómo debería haberlo hecho? —pues así. La chica agarro suavemente la cabeza de don Eulalio, acerco sus suaves labios y se fundió en un beso romántico, como si fueran unos adolescentes enamorados. —wooow eso se sintió bastante bien. —¿ve que es muy diferente a lo que me hizo en aquel lugar? —quiero mas —uyyy que urgido usted, pero bueno está bien, le enseñare como lo debe hacer ¿está listo? —si hermosa, pero eso sí, no dejes de moverte, no dejes de restregarme esas nalgotas tuyas, muévete más fuerte. —oooky Luego de varios besitos tiernos, los labios dejaron de ser los únicos protagonistas, ahora sus lenguas se entrelazaban tímidamente, para luego ir tomando cada vez más énfasis debido a los movimientos coitales que hacia la chica y tenía al viejo en el ...
... paraíso. Milly se movía cada vez más fuerte, sabía que tenía que hacerlo eyacularlo lo más antes posible, el beso era solo un plus o tal vez le gustaba, en ese momento no tenía intención de ponerse a pensar bien las cosas, su objetivo era uno y por tal motivo se movía cada vez más fuerte. —que rico besas ricura. —¿siii? ¿Le gusta? ¿Quiere más? —claro que quiero, tu boca es el cielo —pues venga y sigamos dándonos besitos de lengüita. Los besos efusivos siguieron por al menos 3 a 4 canciones más que sonaban del celular de la joven, el viejo quería cada vez más así que tomo uno de los suaves pechos de la chica por sobre su ropa y lo apretó con una fuerza moderada, esto hizo que Milly diera un pequeño gemido —uyyy nooo doncito no haga eso, aun siento mis bubis algo adoloridas por lo que paso hace unas horas. —es increíble que una chica de tu edad tenga unas tetas tan grandes, mi mano no alcanza a cubrirla por completo, son tan suaves y firmes, espero que no hayas olvidado tu promeso de darme “tetita” todos las veces que quisiera. —no lo he olvidado pero porfiiis trátelas suavemente no las apriete muy fuerte que aún no sale nada. “jeje por ahora no sale nada, pero ya verás toda esa rica leche que producirás cuando te preñe”, pensaba entre si el septuagenario. —jaja está bien tetoncita, venga párate un rato y ponte en frente de mí. —¿qué quiere que haga? —¡salta! Da pequeños brinquitos quiero ver esas ubres tuyas dando botes. —mmm —vamos ...