La presencia de un ángel - Relatos Eróticos

La presencia de un ángel

... asunto, luego no vengas llorando y queriendo cambiarte de curso nuevamente. Yo. – Esta bien Después de eso mamá se fue a la cama Al fin llegó el primer día de clases del primer año de bachillerato, cuando entré y me formé en el otro paralelo mis compañeros empezaron a murmurar y decían cosas como: - El rarito al fin se fue ahora vamos a poder hacer lo que queramos - El informante de Norma por fin se fue es hora de hacer lo que nos plazca Yo escuchaba todo eso, pero si antes no le daba importancia porque habría de tenerla ahora que ya no los iba a ver en clases. Me había propuesto a ser una persona totalmente diferente, más sociable, más amiguero y más introvertido en fin me había propuesto ser una persona que no era. Al momento de llegar al aula mi fama había corrido ya incluso en los alumnos de nuevo ingreso así que otra vez volvía a ser el bicho raro nadie se sentó en las 4 bancas que estaban cerca de mi esta vez sí me sentí un poco mal pues esperaba ser una nueva persona, pero como iban las cosas nada de lo que había planeado se iban a concretar. Y en efecto pasaron los dos primeros años y al fin el ansiado último año llegó ya todos tenían sus amistades definidas y yo pues había comprado muchos libros. En los dos años y seis meses aun que llegaron nuevos estudiantes jamás se sentaron en las 4 sillas que estaban cerca de mí. El primer día de clases del segundo quimestre del último año de colegio ocurrió algo inesperado, mi mamá debe ir a trabajar desde muy temprano y ...

... por ello me deja en el colegió a las 6:30 am antes de ir a su trabajo después de entrar al colegio me quedo en el aula a veces ni siquiera salgo a formar. Y ahí fue cuando pasó yo estaba sentado en la banca y mi cabeza estaba sobre mi mochila llevaba puesto los auriculares y veía a la ventana que daba a la calle no pensaba en nada solo quería salir de ahí, entonces escuché que la puerta se abrió regresé a ver y era un chico más o menos medía 1. 80 de cuerpo algo musculoso, ojos cafés claros, cabello castaño y un color de piel característico de las personas que viven en zonas costeras, un acento marcado de la misma región y bástate guapo diría yo. Además, traía un monto de ropa de invierno como: gorra de lana, guantes y una chompa muy gruesa; supongo que recién había venido a la ciudad cuando vio que estaba ahí dijo: Chico nuevo. – Hola, me llamo José acabo de llegar a esta ciudad el viernes voy aquí 3 días y hace un frio infernal (sonrió) Yo no sabía si en realidad se dirigía a mí por un segundo pensé que había alguien más en el aula regresé a ver y efectivamente estábamos solos una parte de mí no quería responderle, pero su sonrisa convenció a todo mi ser. Por lo visto me había topado con una persona introvertida él era todo lo que yo quería ser. Yo. – Hola me llamo Israel un gusto conocerte José y por cierto hoy no hace mucho frio José. – Israel igual para mí es un gusto y si hace un frio del demonio no sé cómo lo pueden soportar, por cierto, me puedo sentar en esa banca ...