Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (11)
Fecha: 27/09/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... mujerona:
-Rogelio… Mucho gusto, señora.
-Herminio… Es un placer…
-El placer es mío, señores… El chico los está esperando.
En el camino Ligia pudo saber que los dos hombres eran altos ejecutivos de sendas empresas de servicios y luego de varios encuentros en congresos, convenciones y otros eventos habían intimado y confesado mutuamente sus preferencias sexuales. Cuando se enteraron de la existencia de Alex convinieron en disfrutarlo y allí estaban guiados por Ligia.
Rogelio, de setenta y dos años, era de estatura media y robusto aunque con un abdomen considerable, velludo y de cabello canoso peinado con gel. Herminio, dos años menor, era alto y delgado, de cabello blanco. Ambos tenían en común una expresión lasciva en sus miradas y un aire imperativo en sus modales. Ambos iban impecablemente vestidos, con traje y corbata y portaban sendos maletines en la mano derecha.
Alex esperaba impaciente en el living, de pie, con las piernas juntas, las manos atrás y la cabeza derecha, esto para que rápidamente los visitantes pudieran apreciar la delicada belleza de su rostro.
Los latidos de su corazón se aceleraron cuando escuchó el sonido de la llave girando en la cerradura y mucho más al ver a los dos viejos que entraron detrás de Ligia y que de inmediato clavaron en él sus miradas calientes.
-Es impresionante, señora… Más lindo que en las fotos. –dictaminó Rogelio con acuerdo de su amigo.
-Bueno, me alegro que les guste. –dijo Ligia y de inmediato pidió: ...
... -En verdad me gustaría estar presente en la sesión. ¿Tienen algún inconveniente, caballeros?
Ambos se consultaron con la mirada y fue Herminio quien dijo:
-En absoluto, señora. Puede quedarse.
-Bien, ya saben las condiciones, ¿cierto? Pueden hacerle lo que quieran menos lastimarlo.
-Totalmente de acuerdo, señora, como ya le dije por teléfono. –aceptó Rogelio y luego, dirigiéndose a Alex le ordenó: -Vení acá, nene.
A pesar de lo desconocido que les era el living se movían con soltura no exenta de prestancia. De inmediato Ligia se dio cuenta de que eran hombres acostumbrados a mandar.
-Sí, señor… -murmuró el jovencito y se acercó a ellos, que habían dejados sus maletines sobre la mesa. Ligia observaba expectante sentada en el futón.
-Date vuelta. –ordenó Herminio luego de envolver a Alex en una mirada lenta y cargada de lascivia.
-Subite la túnica. Queremos verte bien el culo. –exigió Rogelio cuya verga había comenzado a abultar bajo el pantalón.
-Sí, señor… -murmuró el chico antes de obedecer y exhibir sus nalgas desnudas a la voracidad de ambos hombres.
-Sacate la túnica. –fue la orden de Herminio que Alex obedeció de inmediato mientras sentía crecer su deseo de ser poseído, excitadísimo por la expresión perversa que había advertido en los rostros de los dos visitantes.
-Bien, quedate así, desnudito y con las ojotas. Poné las manos en la nuca. –le ordenó Rogelio.
Una vez en esa posición, las miradas de ambos hombres se apropiaron del cuerpo ...