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La joven concubina
Fecha: 27/09/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: britneysexy, Fuente: CuentoRelatos
... casar conmigo, eso me parecía algo horrible, casarme con un viejo… Pero al mismo tiempo, aquello significaba que no tendría que hacer más lo que me ordenaban mi tía y las encargadas del hotel, que tendría mi propia casa y no trabajaría, a cambio, ya lo sabía, que Tarik, como sería mi marido, se acostaría conmigo cada noche y me metería "aquello" en el vientre… Le pregunté a Zoraida qué pensaba ella, aunque ya lo imaginaba, ella trataba con mucha familiaridad a Ibn Tarik, como si tuviesen o hubiesen tenido una relación especial. Efectivamente, puso cara divertida y no mostró ninguna sorpresa cuando le dije que Ibn Tarik se quería casar conmigo. Me dijo que, aunque nuestra edad era muy diferente, yo era una chica discreta y decente, y podría pasarlo muy bien siendo una de las esposas de Ibn Tarik… Zoraida sonrió al ver mi cara de sorpresa al oír que hablaba de "esposas"… Entonces me explicó que, en su religión islámica, Ibn Tarik podía tener varias esposas al mismo tiempo, todas las que pudiese mantener, cosa que tiempo después supe que no era exactamente así… Y Zoraida dijo que el mundo de los árabes era diferente a las tradiciones que yo, como chica europea y occidental, podía tener asumidas… Que la cultura árabe –Zoraida también lo era-, era muy diferente a la nuestra… Zoraida me dijo también que Ibn Tarik era una persona de buena conducta con sus esposas, que siempre había sido muy atento y amable y nunca les pegaba... Y, me dijo, aunque tuviese que estar con mi ...
... marido y hacer todo lo que él me ordenase, siempre sería más libre que allí en el Hotel trabajando de asistenta limpiando habitaciones y lavabos todo el día. Cuando hablé con mi tía, estaba muy contenta. Ibn Tarik y Zoraida ya habían hablado con ella de mí, y la habían nombrado una de las jefas de cocina de un nuevo hotel que un hermano de Zoraida dirigía en la costa, también propiedad de Tarik y su familia. Era verdad, eso sí, que Ibn Tarik tenía muchos más años, nos separaba casi medio siglo… O sea, que yo lo había de pensar y decidir, me dijo mi tía. Y añadió que aprovechase la oportunidad y tomase mi decisión, pero que pensase que a veces el tren sólo pasa una vez por la estación… Que si despreciaba a Tarik tal vez me arrepentiría toda la vida, cuando fuese una chica más del montón, trabajando y cargada de hijos, idea de futuro que entonces –y ahora-, no me seducía para nada, lo reconozco. Mi boda con Ibn Tarik fue una ceremonia muy rara, muy diferente a las nuestras, no parecía para nada una boda, porque, claro, como he sabido después, en realidad no lo era, nos limitamos a firmar unos papeles mi tía como tutora legal y yo delante de un anciano vestido con una chilaba al que llamaban Imán, y después Tarik desapareció, me dijeron que había tenido que marchar a su país para un tema urgente no previsto que se acababa de presentar y que ya me llevarían con él más adelante. Pasó una semana, y al final me dijeron que por fin tenía que viajar para estar con mi marido. Me ...