MARISA: BARCELONA
Fecha: 28/09/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Primera Vez
Masturbación
Autor: placerparatuyyo, Fuente: xHamster
... un minuto más, mientras sus jadeos y su respiración eran como de quien se está ahogando y sus ojos reflejaban la necesidad de explotar.Me cogió por los hombros, levantó su cuerpo y dijo: “Antonio, que me corro, que me corro, que me está llegando, no pares, que voy a explotar, que me viene, que me corro…”“Ahgggggggg, ahgggggg, ahgggggg” repitió durante el medio minuto o más en que explotó en un orgasmo descomunal que nacía en su interior “siente cómo me estoy corriendo, siénteme”, mientras yo seguía moviéndome sin parar mientras duraba su orgasmo y hasta que mi miembro empezó de nuevo a perder buena parte de su erección y salí de ella.Tumbados en la cama, se rió y dijo: “tú dirás lo que quieras, pero esto de las operaciones te ha dejado como nuevo porque oye, nada de cinco minutos, que hemos estado casi diez haciéndolo hasta que se te ha aflojado de nuevo y en ese tiempo, ¡ya ves!, una mujer es capaz de tener por lo menos un orgasmo, y eso que hoy he lubricado menos que otros días, que si no, en vez de tres ya hubiera tenido cinco orgasmos. Vamos, todo un record. Bueno, ahora me voy a ocupar yo de ponerte en forma, a ver si te corres tú también”.“Seguro que me corro Marisa, que generalmente a la tercera va la vencida y ya ves cómo me pone el hacerlo contigo”.Cogió una toallita, me la limpió bien limpia de los jugos que de ella había, se arrodilló entre mis piernas, puso su palma de la mano bajo mis testículos, bajando con un dedo la piel de mi sexo, pasó su lengua por mis ...
... testículos mientras con dos dedos de su otra mano me masturbaba para endurecerla un poco y luego pasó la lengua por todo el miembro, hasta llegar al glande, momento en que se lo introdujo en la boca.No fue como la vez anterior, de modo sensual, o como cuando se hace lentamente para que el deseo se acreciente y sea inminente. El ritmo de sus dedos fue como el de una masturbación acelerada y el de su boca algo primitivo, como si fuese su vagina, pues en nuestro deseo mutuo, el único objetivo era volver a ponerme en forma lo más rápido posible, algo que consiguió en un par de minutos.“Sigue así Marisa, arrodillada, pero más atrás de la cama, que salgan un poco tus piernas, y yo me pongo detrás de ti, de pié, que eso facilita que me corra”.Me miró con cara de inquietud y preguntó: “Oye Antonio, ¿por qué agujero pretendes entrar?”.“Yo… pensaba entrar por el de antes, aunque si tú prefieres por el otro…”“¡No, no!, mejor por el de siempre, que cuando lo he tenido que hacer por el otro, no sé si era porque no me relajaba bien o por lo que fuera, que siempre he acabado sintiendo dolor y prefiero por donde el de siempre”.Se puso tal cual le indiqué y cuando estaba de pié detrás de ella le di un par de azotes cariñosos en sus nalgas diciéndole: “anda Marisa, no seas tonta, que no estoy yo por la labor de hacerte sentirte dolor, y si algún día queremos los dos hacerlo por el otro, pues ya veremos cómo para que no lo sientas”.Movió sus nalgas de un lado a otro en gesto de complacencia por mis ...