1. MARISA: BARCELONA


    Fecha: 28/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Masturbación Autor: placerparatuyyo, Fuente: xHamster

    ... la maquinilla de afeitar y luego escocía mucho, y no paraba de picarme cuando volvía a salir el pelo y todo se llenó de granitos”.“¡Mira que sois brutos los hombres!. Que existen otros métodos, y cremas para que no se irrite la pie, y aunque sí pica algo cuando vuelve a salir el pelo, tampoco es mucho, y si pica, pues te rascas y ya está, y si sigue picando, pues te rascas más abajo y se te pasa el picor rápido” contestó con una sonrisa pícara y haciendo un guiño.“¡Lo imagino!. ¿Sabes que parece como si fuesen dos gajos de naranja con una rajita en medio y en la parte de arriba un capuchón que esconde un guisante?”“¡Jajajajajajaja!. Nunca me habían dicho algo así. Espera a que des el masaje y verás cómo se parece más a un garbanzo que a un guisante”.Puse las palmas de mis manos sobre su monte de venus, masajeándolo suavemente hasta llegar a sus caderas, para volver de nuevo a él y estirar un poco hacia arriba, revelando de ese modo un poco su clítoris, mientras Marisa cogió mi miembro, que ya salía claramente del bóxer, con una mano y empezó a acariciarlo con sus dedos, también de modo lento, pues yo estaba de pié, al lado de su cara; desabroché el botón de arriba del bóxer y cayó al suelo.Pasé mi mano por su sexo ligeramente abierto y recorrí con un dedo su rajita, comprobando que estaba poco humedecida, por lo que ensalivé dos dedos y los pasé de nuevo, para repetir la operación hasta tres veces, mientras los labios de su sexo se abrían un poco más al contacto de mis ...
    ... caricias.Los dedos de Marisa descubrieron totalmente mi glande y empezó a darle pequeños besitos con sus labios, que fue extendiendo por todo mi miembro mientras sus dedos seguían masturbándome lentamente y los míos le acariciaban los labios de su sexo, hasta que empezó a pasar su lengua por todo él. Se detuvo, reclinó un poco más su cabeza, recorrió con sus dedos mi sexo para bajar la piel hasta el final, cogió mis testículos en la palma de su mano, y me miró sonriendo, como si esperase mi aprobación para introducirlo en su boca.Sonreí y Marisa, lentamente, lo introdujo de modo tal que podía sentir sus labios y su lengua al deslizarme dentro de su boca. En su rostro y en su cuello empezó a aparecer el color sonrosado típico de la excitación que confirmaba la erección de sus pezones.Acaricié sus mejillas con el torso de mi mano y volví a ensalivarme los dedos para seguir acariciándole los labios de su sexo, pasando un dedo por su abertura y luego introduciéndolo hasta el nudillo para acariciarle también por dentro.Marisa continuó sacándola e introduciéndola varias veces, repitiendo los mismos movimientos de modo más acelerado en cada ocasión, hasta que se la introdujo algo más de la mitad y sus dedos comenzaron a masturbarme con fuerza.Sentí que iba a correrme, de modo que con un movimiento un poco brusco me aparté de ella, me eché hacia atrás, me recliné apoyándome en la cama y toda mi crema cayó al suelo.“Lo siento Marisa, ya te decía que entre unas cosas y otras no llegaría y ...
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