1. La hija del patrón


    Fecha: 28/09/2019, Categorías: Hetero Autor: leonaapagada, Fuente: RelatosEróticos

    ... también. Primero la delgada camisa que cubría mi espalda del sol y al final los pantalones viejos que acompañaban mis pasos por las montañas. Mantenía mi erección y a pesar de que ella me intimidaba mi verga estaba mas dura que nunca, deseaba que me mirara y que se percatara del manjar de tipo que iba a comerse.
    
    Así fue, al quedar totalmente expuesto sin ropa ante la sensual Sandra, ella puso sus ojos sobre mi pito erecto y volvió a sonreír una vez más. Me adentré en las aguas del río al encuentro de la nena mas rica que había visto hasta entonces; y al llegar a su lado experimenté una mezcla de excelentes emociones... Nuestra piel mojada y resbalosa hacia corto circuito, y el contacto con su piel bajo el agua me parecía exquisito. Ella estaba tan cerca mío que se me antojaron sus labios y apresuradamente la besé disfrutando cada rincón de su boca... Yo sentía un éxtasis profundo al tenerla desnuda en mis brazos, jadeante, besando y mordiendo mis labios.
    
    De pronto tomó un pequeño impulso y enredó sus piernas en mi cadera presionando mi pene, si dejar de besarla la tomé fuerte de la cintura y la sumergí conmigo en el agua; debajo de ella su piel se sentía tersa y fácil de acariciar... La punta de mi pito se sentía hirviendo y cuando se la acomode en la concha la sentí tremenda y apretada... Emergimos del agua conectados en un coito delicioso; Sandra tiraba de mi pelo y yo le succionaba las tetas esperando nunca me la pudieran quitar.
    
    El campo cómplice de nuestro ...
    ... arrebato y el río partícipe de nuestra lujuria.
    
    El liquido travieso jugaba con nuestra piel y la sensación de frescura que daba el agua a nuestros cuerpos nos hacía delirar; dentro del río era mas fácil manipular sus piernas y su trasero, pesaba menos y apretaba mas.
    
    Aun poseído por su boca y por sus gestos, solo podía observarla a pesar de que se movía suculenta sobre mi verga... No podía creer que me estaba cogiendo a la hija del patrón. En cambio Sandra, se contoneaba frente a mí disfrutando y dejando que la viera disfrutar del momento.
    
    Abierta de piernas, enredada en mi cintura, hacía su espalda atrás y me dejaba ver esos grandiosos senos enormes, con su respectivo pezón oscuro engrandecido, duro... Cerraba sus ojos y apretando los labios dejaba salir un gemido; luego se acercaba a mi rostro y después de besarme gemía mas fuerte cerca de mi oído... Se estaba recreando en mi pito como toda una experta.
    
    Cuando al fin lo asimilé decidí darle todo el placer que esa hembra pudiera soportar, devorar sus tetas sería poco, quería comerla toda de un bocado.
    
    Tan concentrada estaba de gustando mi cuerpo que cuando la desprendí de mí, ella se sorprendió y desconcertada me miró a los ojos, mientras yo poco a poco me sumergía debajo para encontrar la conchita que aguardaba en las aguas para ser hurgada y encontrar la valiosa perla.
    
    Debajo tomé sus piernas y las puse en mis hombros, tambaleó un poco pero luego encontró de que sostenerse, hecho eso comencé a lamer su cocho ...