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El negro...mi debilidad
Fecha: 01/10/2019, Categorías: Gays Autor: kamel, Fuente: SexoSinTabues
... que tenía un pequeño hijo de 3 años, y muchas otras cosas de su vida personal. La verdad es que no había tenido la oportunidad de apreciar a ciencia cierta el cuerpo de Mateo, pues siempre acudía al gimnasio con su ropa de trabajo que no permitía observarlo detenidamente. Su pantalón deportivo era bastante amplio al igual que la camiseta que usaba, solo se podía percibir que tenía unos brazos muy fuertes y un pecho muy amplio, además de poseer uno de esos traseros dignos de la raza negra. Comencé en las noches, en la soledad de mi cuarto a imaginármelo desnudo, a imaginarlo haciéndole el amor a su esposa, y me sorprendió a mí mismo, el interés que Mateo estaba despertando en mí. Una de esas noches de gimnasio entré como de costumbre a buscar a mi instructor y aprecié como el local estaba prácticamente vacío, pues esa noche transmitían por televisión uno de esos partidos de fútbol de la selección de mi país. En la sala de pesas encontré a Mateo ejercitándose. Me quedé boquiabierto al confirmar lo que siempre imaginé: Su cuerpo era espectacular, estaba con una de esas camisetas sin mangas y con un pantalón de lycra muy ceñido a su cuerpo, lo que permitía apreciar el inmenso bulto que yo había sentido ya en varias ocasiones muy pegado a mí. Mi mirada se dirigió instintivamente a su entrepierna pero rápidamente la cambié para no despertar sospechas. Sus piernas parecían dos enormes troncos de un árbol de ébano. El sudor corría por su cuerpo y me explicó que había aprovechado la ...
... soledad del lugar para realizar su rutina diaria ya que no había podido hacerlo en las horas de la mañana y se disculpó indicándome que lo iba a interrumpir para dedicarse a mi entrenamiento. Yo no podía dejar pasar esta oportunidad de observar a Mateo en esa faceta. Por lo que amablemente le dije que siguiera con sus ejercicios, que yo trabajaría solo esa noche. El lo agradeció y yo me instalé en el aparato que estaba frente al que él estaba siendo utilizado por él para no perderme un solo minuto de ese gran espectáculo que representaba verlo como comprimía cada uno de sus músculos al realizar sus ejercicios. Debo confesar que siempre me he sentido atraído por los hombres musculosos, pero al ver la definición y el volumen de los de Mateo, no pude hacer otra cosa que dejar volar mi imaginación. Esa noche me masturbé pensando en él y dormí plácidamente. La semana siguiente a este hecho, estuvimos platicando entre ejercicio y ejercicio acerca de su situación económica y me comentó que estaba interesado en buscar otra actividad alterna a su labor de entrenador en las horas de la mañana y para ello requería enviar unas hojas de vida. Me apresuré a poner a su disposición mi ordenador para elaborar las que necesitara, pero que solo podría ser posible en los fines de semana debido a mis ocupaciones académicas. El agradeció mi gesto y programamos elaborarlas ese mismo fin de semana. Ansiosamente esperé la llegada de ese sábado, pues habíamos acordado que él iría a mi casa en las horas ...