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Vacaciones
Fecha: 07/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: claudio69, Fuente: CuentoRelatos
... madre. Isabel: ¿Qué pasa? ¿Has dormido bien? Yo: Sí. Cogí un poco de leche y algo de pan tostado. Al poco llegó mi padre desnudo. Al verlo me extraño. Pedro: ¿Qué pasa? La apuesta, ¿ya no te acuerdas? Yo: Ahh… ya, claro, la apuesta – mierda, no me acordaba de ella. Pedro: ¿Y tu esposa? Yo: ¿Por qué? ¿No la viste ayer lo suficiente? Pedro: Sí, pero ver a una mujer como tu esposa desnuda es un regalo y de eso nunca me voy a cansar. En ese momento entró la Vivi. Iba desnuda. Se fue hacia mí y me dio un beso, luego busco a mi padre y le dio un beso cerca de los labios y luego le dio otro a mi madre. Después se sentó en la mesa al lado de mi padre, enfrente a mí. Pedro: Vaya cara traes. ¿Resaca? Vivi: Creo que sí. Eso y la cama. Es nueva, pero distinta a la mía y me duele un poco la espalda por la parte baja. Pedro: Si quieres te doy un masaje para aliviarte. Isabel te lo puede decir. Isabel: Sí, es cierto. No es un experto, pero algo sabe. Mi padre se levantó y se puso detrás de la Vivi, que estaba sentada en un taburete. Comenzó a darle el masaje a lo que la Vivi respondió cerrando los ojos. Durante el masaje me pareció ver como mi padre bajaba más de la espalda y le acariciaba el culo. Me levanté como si fuera a buscar un poco de agua y pude ver cómo era verdad. Mi padre le estaba acariciando el culo y le daba igual. Yo: Creo que ya es suficiente. Pedro: ¡Hay que ver lo aguafiestas que eres! Deberías relajarte un poco y no estar ...
... tan tenso. Bueno, me voy al corral, luego vuelvo. Antes me voy a vestir – mirando a la Vivi – no quiero llenarme de mierda. Vivi: No te preocupes, lo entiendo. El resto de la mañana siguió tranquilo. La Vivi se paseó por toda la casa desnuda y mi padre la pasó haciendo sus cosas en el corral y con los animales. A la hora del almuerzo mi padre volvió, ya desnudo, y comimos. Al terminar nos fuimos al salón a ver una película. Mi padre y la Vivi se sentaron en el sofá central, medio tirados, de forma que solo cabían los dos. Mi madre y yo nos sentamos en el otro. Puso una película, pero yo estaba más pendiente de donde estaba la mano de mi padre y qué hacía la Vivi. Cuando llevábamos unos 20 minutos de película mi madre me dijo que la acompañara a la cocina. Yo: ¿Qué quieres? Isabel: Siéntate. Yo: – sentándome – Tú dirás. Isabel: ¿Sabes? Creo que tú no eres ciego ni tonto. Así que supongo que te habrás dado cuenta del jueguecito que tienen tu padre y la Vivi. Yo: Sí. Isabel: ¿Y qué opinas? Yo: No me siento muy cómodo. Ver a tu esposa y a tu padre tonteando no es algo que me llame la atención. Por cierto, ¿tú qué opinas?, ¿te parece bien? Isabel: Sí. Yo: ¡¿Cómo?! ¡¿Estás hablando en serio?! Isabel: ¡Calla!, no grites tanto. Mira hijo, te voy a contar una cosa. Tu padre y yo, desde hace algún tiempo, practicamos el intercambio. Yo: ¿Intercambio? Isabel: Sí. Desde hace un par de años. Por ejemplo, con Sofía y Luís. Tu padre se ha acostado ...