1. La Mujer del Pastor


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Incesto Autor: ioelmejor69, Fuente: SexoSinTabues

    ... las muchas palabras que mi hijo pronunciaba, se perdían en un limbo impresionante. Solo podía captar algunas de ellas, Te vez hermosa, Estas más bella que en mis mejores recuerdos, siempre has sido bella, pero hoy estas impresionante, te quiero mucho mama, nunca quise separarme de tu lado, eres mi sueño largamente repetido, eres el motivo de mi vida, eres como el sol en mi verde vida, eres la razón de mi existencia, Palabras, palabras que solo servían para avivar el fuego que iniciaba el incendio de mi carne, palabras que me hacían más sensible a los placeres de la carne que se despertaban al mirar su torso desnudo. Deje fluir por mi cuerpo todas las emociones, mis pezones se endurecieron, mis senos crecieron y mis labios vaginales se engrosaban como cuando los acariciaba con mis dedos, era eso, sus palabras eran como caricias, si hubiera utilizado otras, tal vez el sentimiento no existiera, no obstante, creí descubrir deseos en ellas, tal vez quería escuchar palabras diferentes, algunas casi soeces como para pedirme más, como para excitarme más y mejor, palabras, palabras. Apreté mis piernas y con la yema de mis dedos busque estimular mi clítoris que ya sobresalía, me concentre en mi placer al tiempo que veía a mi hijo devorar la comida, hablar y sonreír, ya no escuchaba, los latidos de mi corazón y el palpitar de mi sexo que estaba ardiendo me llevaron a un orgasmo placentero que me obligó a cerrar los ojos y derrumbarme sobre la mesa, casi me desmayo cuando sintiendo mi ...
    ... clímax metí dos dedos a mi vagina. Cuando abrí los ojos, Daniel mi hijo, estaba a mi lado, mi bata se había abierto nuevamente y a su vista estaban mis pechos duros y palpitantes, al tenerlo cerca, tome su cara y le bese, el correspondió a mi beso con experiencia, su lengua domino a la mía, su saliva corría de su boca a mi boca, había ansia y frenesí en ella, suspirábamos y temblábamos, me levanto entre sus brazos y me subió a la mesa, de un movimiento retiro la bata de mi cuerpo y se volcó sobre mis senos, mordió, chupo, con los dientes mordía el pezón y lo estiraba como queriendo desprenderlo de mis senos, a cada caricia un suspiro mío le correspondía, su boca bajo recorriendo mi torso, yo me arqueaba queriendo que su boca no perdiera contacto con mi cuerpo, cuando paso de mi ombligo y llego a mi pubis, no pude más que suspirar y abrir mis piernas, su boca lengua y labios me llevaron al cielo, tenía toda una vida esperando por una caricia así, me derrame al primer contacto y seguí derramándome cuando acompaño a sus caricias bucales con la penetración con dos dedos a mi vagina, rápidamente sus dedos encontraron en el techo de mi vagina mi punto G su lengua y labios mantenían presión y succión en mi clítoris y mi orgasmo se hizo continuo, me estremecía y vibraba toda, a pesar del enorme placer quería desprenderme de sus caricias sabiendo que estaba mal, que era mi hijo, pero al segundo siguiente, presionaba su cabeza contra mi vagina como si quisiera meterlo nuevamente al lugar ...
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