1. La Mujer del Pastor


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Incesto Autor: ioelmejor69, Fuente: SexoSinTabues

    ... en el episodio y la experiencia de placer que sin saber mi hijo había provocado, me concentre en la preparación de una improvisada cena. Prepare dos raciones de carne una ensalada sencilla que aderece con mostaza mayonesa y huevos cocidos rebanados, busque entre las latas y encontré una de medios duraznos que a mi hijo le encantaban y adicione con crema natural agria y leche condensada, prepare una jarra de café y me senté a esperar que mi hijo bajara. Pasando más de veinte minutos, empecé a inquietarme, me disponía a subir para ver qué pasaba cuando mire a mi hijo bajar, estando al pie de la escalera pude por uno o dos minutos sorprenderme por lo que veía, venia descalzo, cubierto solamente por un calzoncillo tipo bóxer de su padre, piernas muy velludas, muslos amplios y fuertes, pecho también con una cruz de bello marcada que iniciaba en la parte baja de su cuello y terminaba por debajo de la cintura de su calzón, por otra parte empezaba casi en su axila, cubría todo lo ancho de su pecho y terminaba en la axila del otro lado. Se había rasurado por lo que su rostro lucia esplendoroso destacando la blancura de la barba recién removida contra el bronceado del resto de su cara y cuerpo, se veía deslumbrante, pero lo que más me sorprendió fue el enorme bulto que tenía entre sus piernas que hacia lucir impresionante, tenía muchos años de no ver un paquete así de marcado. ¿Te Gusta lo que ves? Pregunto al llegar a mi lado dando lentamente una vuelta, pude apreciar su trasero ...
    ... bien marcado, elevado, prominente, fuerte así como su paquete que a mi lado se veía más impresionante. No supe que contestar, solo me acerque a abrazarle. La sensación de su piel desnuda con mis manos me hiso estremecer, sentí la dureza de sus músculos en espalda y brazos, vibre y me separe caminando a la cocina, nuevamente mi hijo me abrazo por atrás y sentí en mi espalda el enorme paquete, camine más rápido y busque desprenderme de sus brazos invitándole a que se sentara a comer. ¡No traigo nada de ropa limpia ma! Mande por paquetería más ropa, libros y otras porquerías, pesaban mucho, tu sabes, para viajar a gusto hay que hacerlo ligero. No sabía que contestar, torpemente, me afane en acercarle los platos de lo que había preparado, mis manos temblaban a contratiempo con mi interior, me percate que la humedad de mi entrepierna, corría por mis muslos. Como pude, me senté a la mesa y con discreción, con la bata recogí parte de mi humedad, solo tenía ojos para revisar a mi hijo, no podía creer que fuese el, el que provocara esas sensaciones en mi cuerpo. ¿Me estaba calentando como cuando tenía 19 años y me mojaba casi igual que entonces por mi hijo? No lo debía hacer, era algo equivoco, no obstante placentero y disfrutaba la sensación. Algo dentro de mí me hacía sentir rejuvenecida, viva, o más bien totalmente resucitada, como si fuera apoderándose de mi cuerpo una nueva mujer, nacida para el sexo, mismo que había logrado reprimir todos esos años. Pensando y sintiendo todo esto, ...
«12...678...14»