1. El JUEGO con mi cuñada nalgona


    Fecha: 16/10/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cadera para ayudarle con el mete y saca en su boquita. Después de un rato le dije que se levantara y que se subiera al sillón a mi lado y se pusiera en 4 “patas” dirigiendo su cabeza hacia mí para que la siguiera chupando, continuó haciéndolo mientras mi brazo alcanzó su culo empinado hacia el lado opuesto de donde estaba yo, se lo sobé, le levanté la falda y se la dejé como faja. Traía como había dicho, una tanguita que me permitió por fin (si, después de todo este desmadre y apenas hasta este punto) tocar la piel de sus nalgas directamente. ¡Riquísimas!, voluminosas, paraditas, no estaban duras pero eran naturales, temblaban ligeramente bien rico con el movimiento (sin ser muy grasosas o celulíticas, cabe aclarar). Le masajeé las nalgas y posteriormente hice a un lado la tanga y procedí (que fino, jaja) a toquetear y acariciar su vulva, toqué su clítoris y lo empecé a estimular, ella comenzó a jadear sin dejar de chupármela, le metí los dedos a la vagina y los empecé a mover, le metía y le sacaba los dedos y alternaba con acariciar su clítoris, me concentraba en darle placer a ella, así disminuía un poco mi atención (y sensibilidad) al sexo oral que ella me hacía, podrían creer que esto es una locura ¿por qué querer sentir menos el placer?, porque es una buena técnica para durar más, jeje. De repente sentí como se contorsionó, jadeó mas fuerte y salieron más líquidos de su vagina, un buen orgasmo, ¡EXCELENTE! (siempre me ha gustado ver como tienen los orgasmos las ...
    ... chicas, quiere decir que lo estoy haciendo bien, jaja). Saqué mi pene de su boca que ya estaba a reventar, la levanté y la senté en el sillón bien recargada hacia atrás, le quité la tanga, le abrí las piernas y me encontré con una “concha” (como dicen los españoles) bien depiladita y rosadita, con una pequeña línea de vello. Me dirigí a “regresarle el favor”, arrimé mi boca y empecé a hacerle sexo oral, le lamía todo, sus genitales externos, su clítoris en la parte anterior y a meter mi lengua lo más que pudiera en la vagina, también le chupaba todo con toda mi boca y labios. Ella se contorsionaba de placer, jadeaba, gemía, y aunque quisiera no hubiera podido hacer lo que yo hice cuando ella me la chupó, voltear a verme mientras me la “comía”, ya que todo el tiempo tenía los ojos cerrados y con la cabeza hacia atrás, se arqueaba. - ¡¡Así Dani!!, ¡¡ASIIIIIIIÍ!! ¡¡ESTO ES RIQUÍSIMO!! ¡Hace mucho que no me lo hacían! - Eso es un desperdicio Pequeña, estás para comerte diario – dije separándome un momento. - ¡¡No te detengas!! ¡¡NO TE DETENGAS!! - Me dijo casi exigiendo y tomándome de la cabeza con sus manos para que continuara. Y yo obediente, continué. Me encantaba verla gozar. Y ¡ZAS!, otro orgasmo con jadeo, contorsión, arqueo y líquido incluidos. Me levanté completamente y mi pene quedo a la altura de su cara, seguía durísimo pero ya no tan a punto de “reventar” (ese lapso me había servido para “relajar” un poco mi pene, como ya dije, son medidas que yo usaba para durar más). De ...
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