1. El JUEGO con mi cuñada nalgona


    Fecha: 16/10/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... algunas de esas ocasiones me lanzaba una sonrisita pequeña pero pícara. De repente me habló y me dijo que si iba a la cocina a ayudarle. Entré y me pidió que moviera una olla a la estufa, después de haberla puesto donde me dijo ella se acerco a verla y, distraída como andaba y al ponerse a un lado de mi, con un movimiento leve de su brazo tocó mi entrepierna con su mano. - ¡Perdón! ¿te pegué? - No, no te preocupes. Obviamente ella sintió mi erección, ¿habrá sido accidente?. Pues total que así quedó por el momento, los días siguientes me puse a pensar sobre lo que pasó y excitarme mucho recordando el sabroso culo de mi cuñada y sus roces a mi verga. En otra reunión familiar igual yo buscaba y me acercaba a Jenny esperando que cooperara otra vez, pero esa vez se puso más difícil ya que ahora no había algo que acaparara la atención de los presentes y todos volteaban para diferentes lados, no obstante logré en más de una ocasión rozar sus nalgotas con la mano o con mi entrepierna, en varias de esas veces me echó esa sonrisita picarona que ya la caracterizaba, definitivamente me di cuenta de que a ella también le gustaba; de hecho en una ocasión yo tenía la mano sobre un mueble y ella recargó del todo su buen culo sobre ella haciendo como que se recargaba en dicho mueble, duró un ratito ahí y yo me excité aún más, cuando se quitó me sonrió de nuevo y dijo: - ¡Ay Dani! ¿no te lastimé? - No te preocupes Jenny, ya estoy acostumbrándome a que me lesiones, que mala eres. - Jajajaja, ...
    ... ¡claro que no! perdona, ¿quieres que te cure o algo para compensar? Y ¡ZAS!, que recuerdo algo y se me prende el foco, que en esa casa había un “cuarto de tiliches” (se le llama así a un cuarto que tiene muchas cosas variadas, antiguas y la mayoría inútiles, como una clase de minibodega). Ese cuarto tenía poco espacio, ¡era perfecto! Le dije: - Pues no estaría mal, me lo debes ¿eh? - ¿Qué hago pues? - Me habían dicho que en el cuarto de “tiliches” de la casa tienen un viejo teclado de computadora que ya no les sirve, ayúdame a buscarlo, me serviría para. (no me acuerdo que chingados le dije, igual no importaba, todo era una vil mentira para estar con ella a solas. Y la cosa se facilitó) - ¡Qué casualidad!, yo quería ir ahí para buscar algo también, vamos entonces. Fuimos al cuarto y entramos, estábamos solos y a punto estuve de abrazarla y manosearla ahí mismo pero la seriedad y timidez que siempre me han caracterizado me ganó y a pesar de todo lo sucedido pensé “si arma un escándalo, se me arma aquí con la familia”, además me puse a pensar que el JUEGO iba bien como iba, lento y excitante así que dejé que siguiera su curso. Se acercó a uno de los espacios cerrados y me dijo: Creo que lo que busco está por ahí, mira ahí arriba. Me acerqué y me puse casi detrás de ella pegándome contra su cadera primero, el espacio que había era estrecho ya que había un montón de cosas. - ¿Cuál? - pregunté. - Es esa caja, la de hasta arriba. Ya más animado me le pegué más y me puse casi detrás ...
«1234...12»