1. El abuso de mi primo


    Fecha: 08/09/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    El abuso de mi primo.
    
    El relato es en cierta parte verdad y parte forma de una fantasía.
    
    Yo soy un chico de 21 años, rubio, de cuerpo normal (ni delgado, ni gordo, ni musculoso, …normal), muy blanquito y no es por echarme flores, con unos ojos, culo y polla increíbles. Soy gay y solo lo saben algunos amigos, y nadie en mi familia.
    
    Una noche de fiesta, me encontré con mi primo Roberto en una discoteca, y se acercó a saludarme. Estuvimos hablando de las cosas típicas: ¿qué tal?, ¿con quién has venido?, ¿qué bebes?,…
    
    Con Roberto siempre tuve buena relación, a pesar de que vacilaba a todos, incluido a mí. Es un chico de 23 años, moreno de pelo y piel, muy guapo, antes estaba musculado, pero ahora engordó un poco, pero seguía siendo igual de fuerte, de mi misma altura y con el de pequeño (yo con unos 5 años) nos enseñábamos las pollas.
    
    El a ratos iba con sus amigos y a ratos volvía conmigo para seguir hablando.
    
    -¿Y estás con alguna chica?-me preguntó Roberto.
    
    -No, y ahora no quiero porque lo he dejado hace poco con una y la verdad me gustaba bastante y no me apetece. (Era verdad, solo que era con un chico y no una chica como le dije).
    
    -No te preocupes. Ya vendrán más. ¿Y desde hace cuánto no follas?
    
    -Pues unas dos semanas, desde que lo dejé con la chica esa.
    
    -Eso no es nada, yo llevo casi 4 meses y me hago más de 3 pajas diarias, y ahora estoy a ver si consigo algo con la camarera de este bar. –me pellizcó un pezón y me sonrió.
    
    .¡Qué manía con ...
    ... pellizcarme!- lo hacía siempre y le devolví el pellizco y le sonreí.
    
    En ese momento me abrazó y me levantó del suelo con sus fuertes brazos. (Otra cosa que también suele hacer cuando me ve). Y cuando me bajó me dijo que para cualquier cosa que necesitase que le llamase, que podía contar con él y que a ver si nos veíamos más, y se fue un rato con sus amigos y a mí con los míos.
    
    Al rato de estar con mis amigos, fui al baño, y de camino Roberto me paró:
    
    -¿Dónde vas tan deprisa?-me preguntó.
    
    -Al baño a mear.
    
    -Si quieres voy y te la sujeto.-me dijo entre sonrisas.
    
    -No, jaja, no hace falta.
    
    Yo no le dí importancia a tanto pellizco, ni a sus bromas, siempre me pensé que era para vacilar.
    
    Cuando volví a la mesa con mis amigos, me dijeron que antes de entrar al baño, mi primo se me había quedando mirando el culo, a lo cual tampoco le di importancia, porque se podrían a ver equivocado y no haberle visto bien.
    
    Mi primo seguía yendo y viniendo, y sobre las 3 a.m. vino a despedirse porque se iban a otra discoteca.
    
    -Bueno, nos vamos a ir a otro lugar.-me dijo.
    
    -Nosotros no tardaremos tampoco en irnos.
    
    -Está bien, pues si vas a este bar, luego nos vemos.
    
    Me fue a dar dos besos para despedirnos, pero antes de poder hacerlo me dijo al oido:
    
    -Ya sabes para lo que quieras avísame, hasta para follarte el culito.
    
    -¿Pero qué dices?- le dije nervioso y sonriéndole.
    
    -Si, que a mi me da igual un agujero que otro.
    
    -Claro, con tal de meterla, ¿no? Jajaja – ...
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