El abuso de mi primo - Relatos Eróticos

El abuso de mi primo

... le dije.

- Eso es, jajaja, pero yo pienso que los gays están mal de la cabeza, con lo buenas que están las tías. Y estoy preocupado porque creo que nuestro primo Fernando es gay.

Le miré raro porque con todo lo que me estaba diciendo no era coherente, y cambió de tema y otra vez que nos teníamos que ver más, que solo nos veíamos en cumpleaños,… hasta que al poco, y sin haberme despistado dijo:

-Bueno, tampoco me has dicho que no.- me dijo.

Le miré nuevamente extrañado.

-Si, a lo de antes.- me dijo.

-Ya, bueno. (No quería seguir con el tema por sus incoherencias, las cuales imaginé que eran por el alcohol, aunque no le vi muy perjudicado por el alcohol).

Me volvió a decir que para lo que fuese le llamase que para eso somos familia, y ya me abrazó para darme dos besos para despedirse, me dio el primer beso y el segundo no fue un beso. Me lamió todo el moflete y se fue sonriendo.

Yo, en los días siguiente, estuve dándole vueltas a lo ocurrido, porque no sabía si me estaba vacilando y más con el alcohol, si lo hizo por saber si yo era gay, o por si realmente quería follarme y nervioso porque dentro de poco era el cumpleaños de su madre y le tenía que ver, en el cual se comportó como siempre, pellizcándome, abrazándome,… Al final llegué a la conclusión de que me estaba vacilando, aunque con algunas dudas.

(A partir de aquí es ya mi fantasía, si queréis mandarme vuestra opinión sobre que quería mi primo, dejad un comentario)

Otra noche también me le ...

... encontré en la misma discoteca. Me acompañó a casa, y me dijo que si se podía quedar a dormir en mi casa, pues mis padres no estaban y había camas, y que su casa le quedaba bastante lejos. Le dije que sí, que sin problemas. Comimos algo y seguimos hablando de cosas sin interés. Hasta que yo ya estaba cansado y le dije que me iba a la cama, y que durmiese en la habitación de mis padres. Le di dos besos para despedirme y me dispuse a salir del comedor, pero antes de que pudiese irme, me cogió por la espalda, me dio la vuelta y me puso contra la pared.

-No me dijiste que no al final- me dijo.

-¿A qué?

-A que si querías de follaba el culito, que se que te van los rabos.

No le decía nada, porque no sabía que decirle, me volvió a lamer la majilla y me empezó a besar en la boca. Le intenté apartar pero no podía porque es más fuerte, y al final me puso de rodillas, mientras se bajó los pantalones.

-¿Me vas a decir que no te van las pollas?

Y me empezó a restregar la cara contra sus boxers, sintiendo su polla caliente

Cuando pude hablar le dije que qué hacía, que me dejase (porque aunque me había pajeado alguna vez pensando en que me follaba, de ahí a la realidad es otra cosa).

Se bajó el boxer, dejando a la vista una polla de unos 16 cms. pero muy gorda y con algo de pelo.

-¿Me vas a decir que no te gusta?

Y me volvió a restregar la cara contra su polla y sus huevos. Me apartó y me empezó a dar con ella en la cara mientras me seguía diciendo que sabía que ...