1. Una razon para estar quieto


    Fecha: 17/10/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... short o en trusitas tipo biquini, bajo los rayos del sol, en un pequeño riachuelo, risas, alegría que contagiaba a todos entre juegos. Ante todo esto, yo fui el último en salir del agua, y me fui como arrastrando hacia el pasto, así literalmente, no fui gateando, sino como, jugando pecho a tierra… y conforme me encontraba a un “soldado enemigo” lo ensartaba con mi bayoneta, porque la mayoría estaba boca bajo… y estos se reían y decían: -Estate quieto, we Dejaba al “soldado herido” y me iba sobre otro, y lo mismo, lo ensartaba, en una clara alusión de penetración, pero con la ropa puesta… Casi todos contestaban los mismo: -Estate quieto we Cuando estaba pasando del 8 chico llamado Alfonso, este solo se sonrió, pero no dijo nada, al contrario, levanto más su carnudo trasero… le dos estocadas más y estaba por pasar a las armas a Stefan, quien con sus 13 años, ya pintaba para ser todo un galán, delgado pero fibrado, con sus musculo en ciernes, un cabello totalmente negro, de piel clara, ojos cafés claros y unos labios carnosísimos… pero lo más importante: Un arma que se antojaba amenazante por su tamaño. Entonces, estaba yo embobado con la respuesta de Alfonso, que intuí que le había gustado mi acción, que ni voltee a ver qué Stefan se había puesto boca arriba, y cuando me puse encima de él, para dar mi primera estocada, lo que sentí fue una espada desenvainada, de lo erecta y gruesa que estaba, que parecía que el bikini fuese su propia piel. Mi cuerpo, a través de mis ...
    ... genitales, se electrizó y recorrió toda mi espalda hasta llegar a mi culito… Cerré mis ojos y di más estocadas a ese maldito soldado… imposible, estaba en pie de guerra… entonces de la nada, él se empezó a reír, y haciéndome a un lado, rodó a estar boca bajo para ocultar a los demás su erección… y yo quede pasmado por lo ocurrido… parecía que por fin alguien podría tenerme quieto. Total que nos quedamos viendo los rayos del sol pasar por el follaje de los árboles, las formaciones de las nubes y hasta escuchando el trinar de los pájaros… pero mi cabeza estaba dislocada porque, ese chico, al que nunca le había tomado atención, había demostrado que tenía un excelente motivo para despertar mi interés. Después de largo rato, los chicos querían irse, y yo, les dije que me quedaría un rato a remojarme bajo la primera cascada, allá arriba del cerrito, y es que el calor, a pesar de haber bajado el sol, el calor continuaba siendo extremo. Los chicos empezaron a caminar y apenas avanzados unos pasos, Stefan me pregunto qué no tardara mucho porque iba a oscurecer pronto. Le conteste que no… camine cerro arriba y por la ladera del riachuelo, llegue hasta la cascada y bajo ella, estuve recibiendo agua fría y rica… que perdí la noción de tiempo, lugar y sonidos, ya que el estruendo constante del correr del río y la cascada al caer, me bloqueaba toda distracción. Por lo que no pude oír, cuando unas voces me llamaban desde abajo, y creo dio por sentado que ya me había retirado… Cuando decidí salirme, ...
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