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Una razon para estar quieto
Fecha: 17/10/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... recogí mi camiseta mi short y con sandalias en mano, empecé a bajar, pero, unos ruidos me alertaron, se oían como de chupeteo o gemidos… acompañados de golpeteo como cachetadas… me agache y decidí observar la cogida que algún muchacho de la región le estaría dando seguramente a su enamorada… sorpresa, a través de la hierba, pude observar, a un chico esplendorosamente bien dotado, boca arriba, con sus manos bajo su cabeza, y una cabecita que se movía rítmicamente no chupando, no mamando, sino literalmente devorando un trozo de verga, que si lo comparo con lo que se hoy en día debían ser 18cms… gemidos suaves del chico, al que aún no le veía el rostro, y gemidos de perra en celo del chiquillo que tenía la cara enterrada en sus genitales, me pusieron a volar. Así que me fui quitando mi trusita o biquini, y boca abajo, pecho tierra, observaba la escena… era increíble, la garganta tan profunda que tenía el chico, y el aguante de la respiración para soportar semejante herramienta en su boca… en esas estaba, y no escuche que se me acercaba alguien tras de mí, hasta que sentí unas manos separando mis nalgas e introduciendo una húmeda lengua en lo profundo de mi culito… solo gemí, pero fue tan fuerte que el chico que estaba siendo mamado y el otro, voltearon hacia donde estaba, y… era Juan Carlos, el hermano mayor de Stefan, quien obviamente tenia mayor contextura, unos rizos negros hermosos, pero sus ojos parecían refulgir fuego de tan profundamente negros que eran, él contaba con ...
... 17 años, y casi nunca se juntaba con los chicos de la cuadra ni los muchachos de su edad, porque, era un chico muy estudioso y responsable… O al menos eso creían todos… Por la sorpresa, ya no pude voltear a ver quién era, sino que cerré mis ojos y me dedique a disfrutar de la lengua tan hambrienta que tenía horadando mi anito… su lengua, cual serpiente, parecía recorrer todos los pliegues y recovecos de mi ano, que se abría y cerraba como si latiera o pidiera algo más que eso. Fue hasta que arañaba el pasto, que el sujeto subió sobre mí, y sentí, una verga de dimensiones normales, que tal vez por mi relajado ano, lo acogió y succiono en el acto, y al sentir que era totalmente tragado, suspiro y me dijo al oído: - Esto es en venganza por tratar de enterrarme tu bayoneta…. Sí, Stefan, suspirando y gimiendo, empezó a lamerme las orejas, besar y morderme el cuello suavemente, pero con sus caderas, imprimiendo un ritmo cadencioso y suave por ratos, y fuerte y rápido en otros, estaba en el paroxismo de un placer indescriptible. Este chico sí que sabía moverse, una batidora humana por movimientos y un taladro de herramienta que rozaba los 15 o 16 cms, pero gruesa y cabezona, circunciso y unos huevos enormes, comparados con los míos. Entregados estábamos los dos, que entre gemidos, ayes y besos, no sentimos cuando, alguien levanto de un brazo a Stefan y me dejo con el culo abierto, pompas al aire y abrí los ojos… me encontré con la mirada fija de Alfonso y supe al instante que Juan ...