1. Masturbación, incesto, exhibicionismo... de todo un poco


    Fecha: 22/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... y después el chichi. Sentado yo, fue ella la que se introdujo mi pene. Mejor así para que no me acuse de bestia o de brusco. Que fuese ella la que dirigiese los pasos, y con mucho cuidado, muy despacio al principio, terminó al final con un buen bamboleo, con ella cabalgando encima de mi, y mi hermana colándose sin hacer ruido en la habitación. Yo ya no iba a decirla que se fuera, pues estábamos en pleno folleteo, y porque se quedó al margen, lejos de la escena, sin estorbar, sino solo mirando. Esta vez no me dejé llevar, y cuando fui a correrme, saqué mi pene del chocho y me corrí en sus piernas. La marcha atrás es peligrosa, pero más peligrosa es correrse dentro de la vagina. A partir de entonces, en encuentros esporádicos, yo ya tenía una caja de condones para perder miedo a un posible embarazo. No eché muchos polvos con esta chica, porque un kiki es más complicado. Mientras que una mamada o una paja basta con que me saque la polla, un polvo hay que estar desnudos de cintura para abajo, moverse con frenesí, etc, y con riesgo de que te pillen y te la cargues. No es lo mismo una pajilla, ...
    ... que si te pillan te pueden echar una bronca o reírse (como hizo mi madre), pero si te pillan follando con una adolescente, se te podía caer el pelo. Pero da igual. Mis kikis ya no me los quita nadie. Y la de leche con la que nutrí a mis hermanos y amiguitas fueron suficientes para alegrarme el cuerpo. Y de ahí la familiaridad de mi hermana con mi polla. No le daba vergüenza y la tenía muy vista. Le encantaba jugar con mis huevos, con mi escroto, como ya dije al principio. Y a mi me gustaba también. No es tan excitante sexualmente hablando como una mamada o una paja, pero me relajaba que me pasara la mano o los dedos por los huevos, entre los huevos, o en el pellejo en aquella zona donde el pene se junta con los huevos. Ella cogía con los dedos ese forro de los huevos y se lo frotaba. Por supuesto, eso hacía que mi polla se pusiese como un mástil, pero es que se ponía como un mástil por cualquier cosa, pero luego que acariciara mi escroto me era muy relajante. Muy a gustito… Ahora con 27 años ya no se divierten con mi polla, y la chica de 15 años (que tendrá 25 o 26) hace años que ni la veo. 
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