1. Cosas de chicos I


    Fecha: 26/10/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... soltársela. El mellizo había quedado encantado y me decía que eso había estado fenomenal. Hoy día creo que debió ser una mamada espantosa por lo inexperta, pero como era la primera vez que se la chupaban, no tenía con que comparar. Dos mamadas se llevó Tato esa tarde y yo dos raciones de leche y la sensación de euforia de estar haciendo cosas de adultos. Demás está decir que a la tarde siguiente, nuevamente solos, nos fuimos corriendo al cañaveral. Yo ya había estando pensando la noche anterior que si Don Pedro se la metía en el culo a Tita, bien podía el mellizo metérmelo en el mío. En mi inocencia ni se me había ocurrido lo que ello implicaba, por eso cuando Tato me lo propuso acepté enseguida. Descolgamos el toldo improvisando una manta donde me acosté desnudo boca abajo. El mellizo me puso saliva en el agujerito de la cola y se me acostó encima. Inexpertos ambos nos pasamos como media hora en intentos, las veces que acertaba a apuntar a mi culito, por más que presionaba no entraba y se zafaba. "Tal vez deba chuparte el culo como hace mi papá" me dijo, y haciéndome poner en cuatro patas de abrió las nalgas con las manos y comenzó a chupármelo. Juro que se me pararon todos los pelos, las sensaciones que me provocaron en mi culito sus lengüetazos y chupadas eran la gloria misma. No sé cuánto tiempo me estuvo chupando, pero me sonó a eternidad. "Quedate así y probamos" me dijo arrodillándose detrás mío y apoyando la cabeza de su pija en mi culito. Quizás por la saliva o por ...
    ... la relajación que me había provocado su chupada, pero la cabeza comenzó a entrarme, Tato soltó su pija y agarrándome de las caderas continuó presionando de a poco. Yo sentía como se me iba abriendo de a poco, primero era tensión y luego comenzó a dolerme. No alcancé a decirle que me estaba doliendo cuando de golpe me entró la cabeza y casi toda su pija. Fue como una cuchillada y un ardor insoportable, me dejé caer de panza en un acto reflejo por sacármela, pero Tato me acompañó en la caída y al aplastarme contra el piso me terminó de entrar lo que faltaba. Me quedé jadeando pidiéndome que me la sacara que dolía mucho, pero el mellizo se quedó quieto con toda su verga enterrada y tratando de consolarme me hablaba al oído. "Tranquilo Carlitos que ya te entró toda". "Tita siempre le pide a papá que se la meta en el culo, así que debe ser lindo. Capaz que duele sólo la primera vez" Y cosas así. Al rato el dolor comenzó a irse y se sentía raro tener el cuerpo de Tato sobre mí y mi cola ocupada por su pedazo. Pude relajar las nalgas y fue como si mi culito se relajara también y dejara de apretar su pija. Tato debió darse cuenta porque empezó un suave vaivén. Molestaba un poco pero más que nada me daba la sensación de que me iba a cagar encima. La situación debió calentarlo mucho al mellizo porque del lento vaivén pasó a un par de estocadas profundas, gimiendo, y pude sentir en mi cola el latido de los chorros de leche. Tato se relajó encima mío y sin sacármela me dice al oído: "Te ...
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