1. Daniel mi compañero Hetero


    Fecha: 26/10/2019, Categorías: Gays Autor: manizaleñogay, Fuente: SexoSinTabues

    ... que yo se lo metiera lo parto!, además usted bien chiquito. (Yo mido 1,68 y él 1,80). Y: ¿Por qué cuánto le mide a usted? D: Jaja, no le voy a decir. Y: ¡Ah gas tan tonto! D: ¡Bueno no sea grosero!, pero sí es más grande que eso. Y: ¡Ah! D: Jaja (se ríe de forma burlona) Y: ¿Qué le paso? D: Nada es que me lo imagine sentado en mi chimbo. Y: ¿Y qué? D: ¡Chupemelo! Y: No, ¿en serio? D: Pillelo, jaja. Me lo imagine a usted sentado en él y se me paro. (Mientras dice esto, agarra su verga por debajo de la pantaloneta). Para este entonces yo estaba a mil, y lo único que quería era meterme esa verga por el culo, aunque quería que fuera él quien diera el primer paso así que disimulé riendo. D: ¿Qué?, ¿no le gusta? Y: Normal. D: ¿Quiere verlo? Y: No ¿pa' qué? (Aunque por dentro quería lanzarme a esa verga y acabar con ella). D: No quiere saber pues cuánto me mide. Mídala usted mismo. Y: (Ya no podía más quería en ese mismo momento que este man me comiera, y no me importaba nada). ¿Está seguro? le pregunte. D: Sisas men. Acto seguido lo miro a los ojos con deseo. Y me dice: "Eso, no sea llamado y hágale ¡rico!”. Bajo a su entrepierna y, me dispongo a sacar esa verga que se sentía hirviendo aún debajo de esa pantaloneta negra. Al liberar a tan enorme presa (21 cm), sale babeando, tenía en la punta una enorme cantidad de pre-semen que iba descendiendo por el tronco de esta al mismo tiempo que yo comenzaba a bajarle el prepucio. Al llegar a la base de su pene puedo observar, brillante y ...
    ... con un olor a hombre que me encantaba, una cabeza enorme, gruesa y rosada. Me saboreo apenas veo tan delicioso manjar. D: Jaja, esa cara de deseo, deje de ser loca, y ¡chúpela!, que esto queda entre los dos. Al escuchar estas palabras, ya no soy yo el que actúa, son mis instintos más bajos lo que salen a explorar tan deliciosa verga que tenía entre mis manos. Lo introduzco entre mi boca y comienzo a saborearlo, su sabor es aún mejor que su olor; cada vez su verga se empapa más, emparamada por una mezcla entre mi saliva y su pre-semen. Mientras lamo su miembro, Daniel cierra los ojos y suelta un suspiro: “¡Uff!”. Escuchar ese sonido de satisfacción, me alienta a hacerle con más fuerza y deseo aquella mamada que los dos estábamos disfrutando tanto. Libero a Daniel de esa pantaloneta que lo aprisionaba, dejando a mi merced tanto su miembro como sus huevas. Un par de huevas enormes, rosadas, peludas y duras. Las cuales me dispongo a lamer por un par de minutos. Sigo abriéndome camino por su hombría y me encuentro con esa parte entre el culo y las huevas (lo que conocemos acá como la nies); y comienzo a chupar esta zona, que a mi parecer es tan erótico. D: ¡Oh que rico parce! ¡Qué rico! Verlo tan caliente, me hace querer comérmele entero ese culo. Acto seguido me dispongo y bajo hasta su ano. Un ano cubierto de pelo grueso y unas nalgas firmes gracias al futbol. Separo ese par de deliciosas nalgas e introduzco mi lengua, comienzo a darle lengua, cuando me dice: ¡Qué chimba parce!, ...