Mi Hijo y sus Amigos
Fecha: 26/10/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tabú
Sexo en Grupo
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... su lugar. Además Fabio se aferraba con firmeza a mi cintura, lo cual me impedía moverme.Alexis tomó mi mano y la dirigió hasta su pene, me sorprendió mucho que hiciera esto, pero aparentemente él no me veía como madre en este momento, además era muy fácil dejarse llevar por la situación, era obvio que a mí también me costaba resistirme ya que agarré su miembro erecto. Sentirlo entre mis dedos fue muy estimulante, estaba pegajoso pero emanaba mucha sexualidad. Toqué su glande y eso pareció gustarle. La fuerte mano de Fabio me apretó la cola al mismo tiempo que David volvía a colocar su verga contra mi sexo. Mi corazón latía tan fuerte que tenía miedo de que ellos pudieran oírlo. Sentir el glande el muchachito rubio surcando entre mis labios exteriores me hizo perder la razón y me llevó a cometer una locura.Sin poder resistirlo más subí mi pierna derecha al sillón, quedando así más expuesta. Los labios exteriores de mi vagina florecieron por los lados de mi tanga, que se apretó en el centro de mi sexo, escuché q alguno de los chicos soltaba una exclamación al ver esto. Tomé el pene de David con mi mano y lo orienté hacia el medio de mi vagina. Su primera embestida fue potente, no me penetró solo porque la tanga aún llegaba a protegerme, pero aun así me produjo mucho placer. Con mi otra mano estimulaba el pene de mi hijo que latía entre mis dedos. El muchacho rubio volvió a embestirme y no pude evitar gemir. Mi mano izquierda buscó a tientas otro pene, encontré el de Fabio y ...
... comencé a estimularlo mientras seguían presionando contra mi sexo. Mi concha era un océano de flujos y si seguíamos así en cualquier momento David encontraría la forma de evitar chocar contra la tanga, pero en lugar de seguir con su tarea, se apartó para permitirle a Mauro hacer lo mismo, la timidez del chico había desaparecido por completo, acepté su largo pene y dejé que lo apoyara firmemente. Los dedos de Fabio hurgaban por detrás, entre mis nalgas y mis tetas seguían acaparando bastante atención, siempre había una mano o una boca en ellas.- Está bien chicos, los voy a dejar jugar un ratito conmigo, porque me caen bien – “y porque estoy muy caliente” pensé – pero solamente un poquito, cuando yo diga basta es basta.Todos asintieron. Se apartaron de mí sabiendo que esta vez yo colaboraría. Me coloqué mirando de frente al sillón individual y apoyé mis manos sobre los apoyabrazos, así quedé dándole la espalda a los cuatro muchachos, inclinada hacia adelante con la cola levantada expuesta a un millón de toqueteos. Aunque mantuve las piernas juntas mi vagina sobresalía entre ellas, uno de ellos tiró de mi tanga hacia arriba haciendo que ésta se meta aún más en mi concha, todos exclamaron por la sorpresa de ver mis hinchados labios vaginales adornados con pelitos negros.- Se portan como si nunca hubieran visto una vagina – les dije.- Nunca habíamos visto una en vivo y en directo, y mucho menos una tan hermosa – contestó David.- Oh, gracias.Ese dulce comentario me hizo separar un ...