1. Mi Hijo y sus Amigos


    Fecha: 26/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Sexo en Grupo Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... poco las piernas para que pudieran apreciarla mejor. Ninguno se movió y yo ya comenzaba a dudar, tal vez estaba asustando a estos chicos, esto era una completa locura. Cuando estuve a punto de ponerle fin a todo sentí que una verga se pegaba a mi vagina y empujaba con fuerza, me hizo levantar más la cola.- ¡Ay, despacio! – no fue una queja sino una sugerencia.El que me embestía esta vez era Fabio. Los labios de mi concha envolvieron su glande, aunque la tanga le impedía llegar más adentro, parecía que me estuviera penetrando. El muchacho se aferró a mi cintura y continuó empujando inexpertamente hacia adentro. Yo confiaba en que no consiguiera metérmela. No pretendía llegar tan lejos, de hecho ni siquiera debería estar haciendo esto.- ¿Puedo probar yo también? – preguntó Alexis mientras Fabio continuaba frotándose contra mí.- Bueno… sería injusto si te dijera que no, está bien – no podía creerlo, le estaba dando permiso a mi propio hijo para que me arrimara.Su amigo se apartó y le cedió el lugar. Mi hijo no esperó a que yo me arrepintiera, casi de inmediato presionó con fuerza su pene contra mi concha. No pude evitar acompañar sus movimientos con mi cadera y soltar un leve gemido. La vagina me pedía a gritos que la penetraran pero yo no estaba dispuesta a hacerle caso. Dejé que mi hijo se entretuviera un rato y nada más. Luego de unos segundos Alexis se apartó.- Pueden hacer una ronda más cada uno y basta – les dije sin pensar con mucha claridad. Esto no podía terminar nada ...
    ... bien pero ya no podía deshacer lo hecho.El primero fue David, que se frotó con ganas contra mi vagina, al menos respetaban un poco mi cuerpo, ninguno intentó apartar la tanga para metérmela. En su turno Mauro fue muy amable, no presionó con mucha fuerza, hasta parecía que lo hacía con cariño. Los penes abrían cada vez más mi concha, me gustaba mucho sentirlos ahí y cada vez me ponía más caliente. Cuando volvió a pasar Fabio yo ya tenía las piernas más separadas, por lo que pude sentir su verga un tanto más adentro, pero aún no podía llamarse una penetración, aunque esto estimuló más a Fabio, lo que hizo que me embistiera como si estuviera cogiéndome con ganas. Mi hijo también se portó de una forma similar a la de su amigo, no le importaba en lo más mínimo que yo sea su madre, con tal de poder restregar su miembro.- Bueno, suficiente. Espero que hayan quedado satisfechos – dije dando media vuelta, ninguno tenía cara de satisfacción, al contrario, parecían desilusionados – sigan con la película, yo me voy a tomar algo y de ahí me voy a acostar.Uno de los chicos estuvo a punto de quejarse pero lo miré con mala cara, cerró la boca al instante. Caminé hasta la cocina a paso lento sólo para corroborar que me hicieran caso, se sentaron ante la tele otra vez y pusieron la película en marcha. Busqué la botellita de agua en la heladera y tomé un largo trago con la esperanza de que eso me enfriara un poco. Miré mi concha sobresaliendo por los lados de la tanga, era una escena sumamente ...
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