Siempre lo hacen con las zapatillas puestas
Fecha: 27/10/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
queríamos aliviarnos a lo bestia antes de ir definitivamente a la cama.
Mi novia sacó un colchón inflable que teniamos en el apartamento para cuando venía alguna visista y lo extendió en el suelo del dormitorio no sin antes ponerle una funda protectora. Iba y venía por la estancia recogiendo cosas y yo veía como deslizaba xzilenciosamente sus zapatillas rojas por la estancia que sólo se había puesto una vez justo hace diez días que fue la última vez que lo hicimos. Ni el más minimo ruido hacía cuando calzaba aquellas zapatillas y yo veía como se alzaban sus talones y luego bajaban a reposar sobre el talón de la chinela de baño que propiamente eran unas pequeñas zapatillas abiertas como es natural. Eran de suela muy fima y a mi novia le gustaba meter el pie hasta el fondo de manera que en pocos días las tendría completamente ensanchadas. Ella sabía que me gustaba verla así y prodigaba sus paseos por todo el apartamente.
Yo estába sentada en la cama del dormitorio, frente al colchón que ella había extendido en el suelo, y seguía con la camiseta, eln tanga, que aumentaba de volumen en cuanto veía deambular en aquellas preciosas zapatillas rojas a mi novia, y jugaba con mis chuinelas de piel marrón brillante haciéndolas baslancear y jugando con ellas con mis pies. Tenía una completa libertad y, cuando me parecía, las dejaba caer al suelo, haciendo algún ruido tenúe, aunque se oí, puesto que mis zapatillas eran de suela más gruesa y de más consistencia que las de mi novia, ...
... además de que parecían unas barcas, pues eran casi del doble tamña que las de mi compañera. Quizó probarlas y le sobrabala mitad de las zapatillas. A veces, jugando, de un puntapié, las envíaba al otro extremo del dormitorio y michica iba solicita a recogerlas y calzarmelas amorosamente de nuevo. Sabía que me gustába y ella metía mi pie hasta el fondo pero no podía pues aún así me quedaban pequeñas. Yo me las quitaba y ella me las ponía amorosamente. Me estába poniendo el tanga bien abultado y ella lo sabía y mirába con lujuria.
Se acercó a mí y me beso apasionadamente. Se quitó sus zapatillas rojas y me las paso por la cara, me hizo olerlas e incluso que metiese mi boca y nariz en ellas para que las oliera. Aquello disparó definitivamente mi polla que amenazaba con desbordar el tanga. Las olí y las bese, sobre todo por las suelas, y el roce de mis caricias con aquellas zapatillas rojas de algodón me ponía la polla aún más tiesa. Claro que cuando me acerco una a la boca y la nariz, y me tuvo así medio minuto, tuvo que alejarla un poco pues, pese a que olían divinamente, me faltaba la respiración.
Ella se acerco a mí y me quito las zapatillas queempezó a besar y lamer apasionadamente pero no la permití seguir puesto que la conocía. Le quité las zapatillas de la boca, pues besaba y lamía las dos a un tiempo, las dejé en el suelo, y le acerqué mi polla, que todavía esátaba en el tanga y, mientras ellas me lo quitaba con la boca con una habilidad pasmosa, yo metí un dedo en ...