Siempre lo hacen con las zapatillas puestas
Fecha: 27/10/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... su coño que ya se abrçia pidiendo mucha polla que sin duda yo le daría después.
En cuanto me quitó el tanga, mi verga se irguó como un resorte metálico y mi chica mirába a un tiempo mi ernorme polla ylas inconmensurables zapatillasque compré días atrás en el centro de Madrid.
Inmediatamente la acerqué a mi polla, puests su boca estába ansiosa de mi tranca y yo no pensaba en otra casa que en que su experta boca comenzará a trabajar. Le metí la polla lentamente mientras la cogía de lanuca para facilitarme un suave mete saca pero aquella polla era colosal. En cuanto empecé aquel sueave mete y saca en su boca, ella empezó a trabajar con su lengua y sus dientes suavemente y yo íba y venía en su boca tan ricamente. Seguí así un buen rato pero, en una maniobra delirante, aunque ella quería más, tuvo que sacársela de la boca y retyirarla para hacer gárgaras pues se encontraba verdaderamente ahogada, casí no respiraba. Aguarde un poco y luego la dejé hacer a ella quemamaba como una experta y me lubricaba el pollón que daba gusto y que subía por la espina dorsal hasta llegarme al cerebro. Había que seguir de otr4o modo si no queríamos que aquello terminara antes de lo deseable.
Me calcé nuevamente las zapatillas de lujo y la subí sobre una mesa que habá cerca quedando ella boca arriba. Me lance polla en mano, entre sus nalgas, con el deseo deposeerla y tomé en mi mano derecho mi pollona y me fui hasta su coñito con idea de taladrarla. Se la metí hasta los cojones y mis ...
... huevos íban y venían violentamente contra sus nalgas mientras ella chillaba de placer sintiendo como le había dilatado en un par de minutos su coñito haciéndolo mío unha y otra vez. Me percaté de que en estas embestidas, como la tenía patas arriba, sus pequeñas babuchas rojas íban y venían en sus pies pero, milagrosamente, o porque tuviera mucha experiencia en ello, no se le salían, mientras que mis barcas (zapatillas) se deslizban por el suelo y casi me hacen resbalar cuando le proporcionaba aquellas embestidas en su lindo coñito. A ella le gustaba mi verga por su enorme tamño como mis zapatillas (no tanto, claro está).
En cuanto terminé este juego, mi chica me pedia más guerra. Yo quería dársela y vaya si se la dí. Me la empiné sobre mi polla, y como la manejaba bien, dada mi coorpulencia repecto de ella, con las zapatillas y todo puestas en sus pies, pues es así como le gustába ser follada, como me ocurría a mí, me la aupe sobre mi polla y la enculé. Esto la dolía, pues aunque se balanceaba como un mucñeco agitando sus zapatillas que no se le caían, a mí me costába encularla pues dilatarle el año me costaba mucho y a ella le dolía, razón por la cual gemía de vez en cuando. Cuando la tuve trabajada, ya me la follaba otra vez demostrándole que en estas lideres mis huevos eran campeones. Cuando la saque y comprobé como tenía su culo, me día cuenta de que estába enrojecido y que mi pollón se lo había abierto casi hasta algo más del doble. Ahora podía meterle dos dedos con ...