1. Diario de un padre V (Vuelvo a las andadas)


    Fecha: 28/10/2019, Categorías: Hetero Autor: xverzo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vieja estuviera dormida y empecé a despertar a Andreina, quería quitarme las ganas y los celos de una vez. Apenas abrió sus ojitos la alcé de la cama y le dije que era yo, que la deseaba y ella un poco asustada, porque allí, justo al lado estaría su mamá pero la excitación le pudo más y accedió.
    
    Para sus doce añitos lo hizo muy relajada. La baje a mi colchoneta para no hacer ruido y la acosté sobre mí, haciendo un 69. Ella llevaba solo una bata y su panty, así que solo hice a un lado la tela y empecé a mamar su vaginita. En solo segundos ya estaba húmeda y mi lengua se movía desde su pubis hasta su culito restregándose entre sus nalgas. Sentía las contracciones de su hoyito y me animaba a lamérsela más fuerte. Succionaba su conchita, mi lengua se concentraba en su clítoris y sentía como tensaba sus piernas mientras que ella por su parte lamía mi verga e intentaba mamarla por ratitos. Yo saboreaba sus juguitos y me calentaba más, le empujé mi lengua en su conchita hasta que entró y empecé a moverla lo poco que podía, la verdad era muy estrecha todavía y debe ser por eso que empezó a retorcerse y a agarrar fuerte mis piernas ¡mmm! Se estaba corriendo para mí, así que la agarré fuerte de la cintura para mantenerla donde quería, la subía y bajaba, la echaba hacia adelante y hacia atrás para que mi lengua entrara un poquito más. En ese momento ya Andreinita se había acabado un par de veces y su respiración contra mi verga era cada vez más agitada. Ya estaba lubricada lo ...
    ... suficiente, así que enseguida la monte sobre mi verga y le entró a punta de empujoncitos ¡aaaaajh! Me encantaba lo ajustada que quedaba mi verga en su conchita y sin embargo no entraba toda. Ella se abrazó a mí, rodeando con sus manitos mi cuello y yo tomándola de su cinturita empecé a subirla y bajarla rápido, comenzó a gemir y a soltar quejidos de modo que me vi obligado a parar y a decirle que se callara. Se la volví a meter y esta vez, más obediente no gemía sino que me mordía los hombros y yo más rápido comencé a darle. Por mi mente pasaba la imagen de mi hija con ese chico y me enfurecía un poco entonces le daba más fuerte, le agarré sus nalgas y comencé a darle con la intensión de acabar. Consciente de que no podía acabarle dentro, cuando estaba en el éxtasis se la saqué y corrí mi verga unos centímetros hacia atrás hasta su culito, quería empapárselo de leche, pero para más gusto, inesperadamente la cabeza de mi verga le entró, juro que fue sin querer y ella, ya sea por dolor o placer, se arqueo completamente mientras yo rellenaba su hoyito de semen y me tocó taparle la boca para evitar que se le escapara un grito. Si su vaginita apretaba, imaginen su culito. ¡Fue delicioso! Sentí que me exprimía con las contracciones, fue una acabada descomunal. La cabeza de mi verga salió como un corcho de su culito y Andreinita cayó rendida sobre mi pecho. La besé, la acaricié de arriba abajo y la lleve al baño para limpiarla. Luego volvimos a nuestras respectivas camas y nos despedimos ...