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Rebeca y el chico del hotel
Fecha: 30/10/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que la gente pensara que estaba tomando el sol y no espiando. Rebeca bajó una de sus manos para ponerla entre sus piernas y tocarse mientras con la otra sostenía el pene del chico, lo acariciaba, y lo acomodaba para apuntarlo hacia su boca y pegarle lamidas y chupetones antes de introducirlo lo más adentro que pudo para comenzar a propinarle un oral que hizo que el chico buscara de donde detenerse para que las piernas no le fallaran. Yo estaba que me reventaba, quería entrar y ser yo el que estuviera tocándole la entrepierna a Rebe en vez de que tuviera que hacerlo sola, pero en vez de eso tuve que aguantarme y ver como mi cuñada daba una deliciosa mamada con una habilidad muy superior a lo que mi esposa tiene. Por la expresión y los movimientos del chico supongo que estuvo a punto de descargarle la leche, pero cuando Rebe se dio cuenta, de inmediato se lo sacó de la boca y comenzó a ponerse de pie mientras le decía algo a su amiguito nuevo. Se sacó la likra y la dejó en el piso mientras se encaminaba hacia uno de los sillones de la sala, en el cual se sentó y flexionando sus piernas las abrió dejándole el panorama pleno al chico… y de pasada a mi. Ni tardo ni perezoso el chico se fue sobre ella. Recargando sus brazos en el respaldo del sillón se inclinó para embestirla de frente. Mi cuñada le ayudó con su mano a ensartar el pene en el lugar preciso, y luego vi como sus manos apretaron las nalgas del chico con gran fuerza al sentir que la penetraba a fondo por ...
... primera vez. Aquel espectáculo fue un subir y bajar de emociones para mi. Escuchar hasta afuera los gemidos de esa niña que años atrás yo le ayudaba con las tareas de la universidad, ver como se le entregaba de esa forma a un chico mucho menor que ella por puro placer, ver como sus tetas rebotaban en cada bombeada que el chico le daba y verla aferrarse del sillón en señal ya fuera de dolor o de placer; me hacía por momentos pensar en su exmarido, que es mi amigo, y por momentos en ser yo mismo el que se la estuviera cogiendo de esa manera. El chico cumplió con creces. Aguantó un buen rato dándole de frente y luego la puso de perrito contra el sillón, haciéndola gemir aun más duro y que sus flácidas tetas de dos hijos rebotaran de un lado a otro. Así le dio todavía unos minutos más, hasta que intempestivamente se salió de ella y continuó masturbándose solo para no acabar en su interior. Mi cuñada también hizo su trabajo, pues al darse cuenta se sentó en el sillón de frente a él y terminó de masturbarlo hasta que el tipo comenzó a descargar chorros de leche que Rebeca tuvo que esquivar para que no le cayeran encima. Al final del cuento Rebeca se puso de pie, y con una sonrisa en la boca le dijo algo al chico y le dio un tremendo beso en la boca que él le respondió como todo un caballero. Todavía con una erección a tope me salí del patio y caminé entre los edificios esperando que nadie la notara. Pensé en detenerme en el baño para descargar con mi propia mano toda la ...