4 paredes, Mariela y yo
Fecha: 31/10/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: IMen4You, Fuente: CuentoRelatos
... saliendo y resbalando por mi longitud. Se acercó a mi oído y comenzó a dar pequeños gemiditos, y su mano comenzó a moverse un poco más, lo hacía de forma tan esplendida, cada que bajaba apretaba y provocaba que más de mis gotas fueran saliendo. Mi respiración se agitaba con cada movimiento de su mano, ella gemía un poco más al sentir como en su mano mi miembro se ponía caliente y se hinchaba. Su otra mano pude apenas mirar como la llevaba a sus pechos por encima de su vestido y los apretaba, el sólo acordarme de la imagen de parte de su areola me calentó más.
Pasamos por una avenida muy concurrida por la madrugada, sobre todo los fines de semana y yo para no perder el control del auto decidí orillarme sobre la carretera, puse mis intermitentes y apague el auto mientras ella continuaba masturbándome.
Lo hacía de una forma maravillosa, no se apuraba a hacerlo rápido. Quería permaneciera lo más duro posible para seguir sintiéndome en su mano. Me besaba la mejilla y volteo en busca de su boca, le bese esos labios carnosos que poseía, y la bese con ansias. Su mano apretaba con más fuerza mi miembro y yo comenzaba a gemir, sintiendo tales caricias a mi miembro era inevitable no hacerlo, pues lo estaba disfrutando como nunca. Al paso de un minuto ella quita mi mano de mi miembro y enciende el auto, pensé que ya se había arrepentido y le pregunté:
- ¿Qué pasó?
“Mira ahí, apresúrate que ansío mucho más que solo jalártela”
Volteo a ver sobre el otro lado de la ...
... carretera y era uno de muchos anuncios sobre la avenida como les comentaba. Era un Motel. De inmediato maneje para meterme a él, llegue hasta la entrada, metí el auto al garaje del cuarto. Nos bajamos y le dije que se metiera que ahora la alcanzaba. Antes de meterme tenía que pagar. Pase a pagar y de prisa me fui al cuarto. Abrí la puerta y escuche que abrían la regadera. Era un cuarto grande, con un jacuzzi sobre lado izquierdo, una cama grande al medio y sobre el fondo el baño con solo cristal transparente. Me senté sobre la cama quitándome los zapatos y la camisa.
Escucho que abre la puerta del baño y me dice:
“Oye… apaga la luz del techo y deja solamente las lámparas de la cama encendidas y siéntate de frente (Guiñándome el ojo)
Me quede desconcertado con lo que dijo pero obedecí. Dejé únicamente las lámparas de la cama encendidas y me quede quieto sentado frente a la puerta del baño.
Como les dije, el baño era únicamente cristal transparente pero con el vapor del agua se había empañado.
Al paso de 1 minuto escuche que tocó detrás del cristal, levanté la mirada y lo que mis ojos miraron era algo totalmente maravilloso.
Pude notar sus nalgas pegadas al cristal, esas que en el bar se pegaron a mi provocando mi erección ahora las miraba al desnudo tras el cristal. Sus movimientos eran más que sensuales, lo hacía de un lado a otro y cambiaba de arriba abajo. Ese movimiento me puso a tono, el mirar cuando se elevaba era increíble pero al bajar, la vista era más que ...