1. Buena Vecina para los Okupas


    Fecha: 02/11/2019, Categorías: Hardcore, Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    Descripción: Pablo y su mujer tendrán que soportar en el piso vecino a tres ocupas conflictivos que no tienen problemas a la hora de ser violentos o guarros. Dado a las m*****ias que causan al edificio, Andrea, intenta llegar con ellos a un acuerdo a espaldas de su marido... Lo que la hará caer lentamente en un pozo sin fondo del que muy dificilmente va a poder salir.SAGA DE LOS OKUPASPARTE 1: Siendo una buena vecina para los okupasIntroducciónEn Badalona, de la provincia de Barcelona en Cataluña, había un edificio cuya comunidad de vecinos que la residía carecía de conflictos. Una noche de verano se oyó un fuerte golpe en la escalera, siendo forzada la puerta del Cuarto B, el cual era un piso abandonado desde hacía meses. Inmediatamente el vecino del piso de al lado, Pablo del Cuarto A, llamó a la policía esperando que los expulsasen del piso y los detuviesen pero, cuando dos patrullas de la policía hicieron acto de presencia, nada parecía indicar que el piso hubiese sido invadido y nadie daba señas de vida en el interior, por lo que los agentes se esfumaron para decepción del denunciante.— No deberías haber llamado a la policía –le reprochó de brazos cruzados su mujer, posicionada detrás suyo mientras este ojeaba la mirilla.— No digas tonterías. No van a saber que hemos sido nosotros.A los okupas no les iba a hacer falta saber quien llamó a la policía, simplemente no lo olvidarían. Iban a saber castigar bien a la comunidad por ese regalito de bienvenida que le habían ...
    ... dado. En especial, a Pablo y su esposa… Sus vecinos de rellano.<< Capítulo 1: Regalo de bienvenida >>Desde que el piso fue ocupado, en los siguientes días todos los vecinos presenciaban incrédulos como a diversas horas del día entraban y salían de ese piso contratistas de mudanza, entrando y sacando cajas y mobiliario. Nadie conocía a los okupas, y durante los primeros días ni siquiera un solo vecino logró cruzarse con ellos para vislumbrar la identidad. Una mañana, aprovechando que los transportistas estaban metiendo una lavadora en la casa, a Pablo se le metió en la cabeza la idea de llamar la policía.— No llames otra vez. No vuelvas a llamar. No sabemos quién hay dentro… -le advertía Andrea cuando este agarraba su móvil-. Podría ser una familia con un bebe, o personas necesitadas…— Si fuese ese el caso… Sí que han metido mierda en el piso. ¿No? Hasta una lavadora y una secadora nuevas…— Si vuelves a llamar, puedes meternos en problemas. No sabemos cómo van a reaccionar.— No sabrán que hemos sido nosotros, no seas tonta.Poco después de llamar, apareció una unidad que aparcó en la acera de enfrente; la patrulla se dirigió al rellano del Cuarto y picaron a la puerta B, mientras Pablo, casi ilusionado como un niño en Navidad, espiaba todo lo que pasaba. El agente pilló a los transportistas saliendo del piso, ya con las manos vacías, y sin entrar al interior picó a la puerta hasta que salió un hombre de pelo canoso, grisáceo y negro, con gorra y una barba descuidada de dos o tres ...
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