Buena Vecina para los Okupas
Fecha: 02/11/2019,
Categorías:
Hardcore,
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... posible por intentar dormirse sin conseguirlo. Aún con la música retumbando, Andrea tuvo una mejor idea para sobrellevar la situación: Se estiró al lado de su marido y le plantó un beso en la boca.— Tengo una idea mejor para hacer tiempo hasta que se duerman.— ¿Cuál? –preguntó inocentemente, sin captar la erótica indirecta de su mujer.Esta, con sus dos enormes pechos aplastados contra el costillar de él y casi saliéndose de la blusa, se volvió a inclinar para besarle. Eran un matrimonio sexualmente estancado que nunca habían logrado alzar el vuelo. Andrea llevaba casi cinco días sin ser tocada por su esposo debido al exagerado trabajo, aunque eso no servía como excusa, ya que el libido de su esposo nunca había sido explosivo. Una maestra de primaria casada con un ingeniero informático, cuyo romance había tenido lugar veinte años atrás en una discoteca de un barrio pijo. Desde entonces él logró conquistarla con amor y buena vida, logrando enamorarla. Sin embargo, hubo algo en lo que Pablo nunca pudo hacer feliz a su esposa… Los carnosos labios de la cuarentona se pegaron como ventosas al pezón de su marido, mientras su mano pequeña y suave serpenteó hasta el calzón de su compañero de cama. Tras atrapar el pequeño trozo de carne, empezó a manosearlo haciendo un repetitivo movimiento de muñeca. No tardó en tener al pene de su esposo, pequeño y delgado, listo para la guerra.— Ya es hora de que quitemos las telarañas. ¿No crees? –la puya fue bien recibida por el padre de su hijo, ...
... que sonrió picarón.No hubo preliminares ni juegos de ningún tipo. Andrea recibía proposiciones y muestras de interés de todo tipo: En la escuela, tanto por compañeros docentes como por los padres, en la calle, en el supermercado… Y aún así nunca pensó en ser infiel a Pablo pues, para ella, estaba reservada únicamente para él. La masturbación era su única vía de escape, y siempre había sido todo lo que necesitaba. Quizá no le importaba aquella situación porque en el fondo era un poco masoquista, y sentirse cachonda todo el tiempo la hacía disfrutar con más intensidad sus íntimos momentos como mujer para sí misma.Su vagina ya estaba húmeda y lista, siempre preparada para su marido. Aquella blusa, con cierta opacidad en su transparencia, montó a su marido aplastando su frágil erección con su vagina mientras sacaba del interior del sobre el preservativo. Fue rápido colocárselo alrededor del glande y penetrarse ella sola, dejándose caer hasta clavárselo hasta el fondo y botar frenéticamente en un liviano encuentro sexual. No le dio tiempo ni a oler el orgasmo que, su marido, sin ser capaz de soportar la excitación de su mujer, explotó dentro de ella.Pocas veces Pablo se sentía con el buen ánimo de rematar la faena con la lengua o con las manos. Se quitó el preservativo, dando un beso a su esposa y no tardó en agarrar el sueño, con ronquidos como primerísima evidencia. Andrea aún seguía mojada; mojada e insatisfecha explorándose ella misma con sus propios dedos en el silencio de la ...