Buena Vecina para los Okupas
Fecha: 02/11/2019,
Categorías:
Hardcore,
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... mi tamaño qué?— No lo voy a hacer sin condón… No quiero quedar embarazada -``De ti no´´ pensó. No iba a cometer ese tipo de traición, con Pablo no.— ¿Dónde están? Espero que traigas más de dos porque no me voy a conformar con correrme solo un par de veces…— En el bolso… -le indicó, observando sin cerrarse de piernas como el chico hurgaba dentro y sacaba la caja. ¿Acababa de insinuar que se la iba a follar más de dos veces o se lo pareció?Con la caja de condones en mano, sacó uno de ellos y el resto los dejó en el escritorio. Se escupió sobre la mano y se llevó esa lubricación a la polla, justo antes de sacar el globito del envoltorio y extenderlo. Le quedaba apretadísimo y parecía estrangularlo.— Vaya condón más enano… Si se rompe no es culpa mía –le espetaba mientras se ponía entre sus piernas y le quitaba los pantaloncitos recogiéndoselos hasta los tobillos, los cuales quedaron esposados con la prenda.Al ser tan grande, no le costó agarrarla de las rodillas y levantar su cintura, notando los pelos de su barba pinchándole suavemente los muslos y una lengua desinhibida lamerle la parte más externa de la vagina. Inconscientemente se abrió de piernas, y él metió hasta la nariz moviendo la lengua de arriba abajo y hacia los lados, justo antes de meter la lengua dentro del hueco y saborear sus jugos. Hasta la lengua de ese yogurin parecía ser más larga que la de su marido. Andrea se quitó como pudo los leggins de los tobillos hasta que se abrió de piernas, e inconscientemente ...
... agarró al muchacho por los pelos y lo presionó contra su coño.— Vaya boca… -se le escapó, tapándosela con una mano al entender lo impulsiva que había sido. Esa comida de coño no duró demasiado más, pero lo que duró fue una delicia para la infiel.Sergio pareció cansarse y se arrimó con la polla en mano al coño de su vecina, presionando su glande con gorrito con el lubricado y extendido orificio vaginal.— Voy a metértela.— Aja… Hmm… -gimió ella sin poder parar de moverse. Las tiemblas le temblaban.— Solo te quiero recordar que en la habitación de al lado está tu marido, así que contrólate. Aunque… Voy a hacer que gimas como una puta loca –hizo una pausa, azotando juguetonamente con su polla el encharcado coño-. Hace nada decías que solo ibas a usar la boca… Bueno, ya lo ves.La idea de que su marido la oyese gemir le gustó tanto como lo que la asustó. Así que agarró la almohada y la mordió. Justo en ese momento, Sergio echó todo su peso contra su sexo y le entró a presión todo ese enorme cipote que parecía estar desgarrándoselo. La rubia, silenciada por la almohada, pegó un chillido y puso los ojos en blanco en un intento de cerrarlos y mantenerlos abiertos.— Ahhh, vaya coño más apretado –bufó demasiado alto mientras metía centímetro a centímetro su polla, algo que escuchó el marido de Andrea. Lo que no escuchó fue el grito de su mujer, el berrido de placer y dolor cuando el glande del vecino chocó contra su cuello uterino.— ¡HMMM! –Andrea sentía estar a punto de desmayarse, y ...