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Nieta de fuego - venganza (epílogo) parte 3
Fecha: 05/11/2019, Categorías: Gays Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
Detalles: La nieta accede a vengarse del novio, el “abu” recibió su culo virgen como pago del favor. La otra nieta y el novio son parte de la orgía doméstica, con todos los ingredientes desde el juego lesby hasta la bisexualidad pasando por todos los estados intermedios, el vale todo del sexo. ********** Si han leído las dos primeras entregas de esta historia, tendrán por sabido que Giselle me había prometido su ano si colaboraba en hacerle sentir en carne propia el dolor de haberle puesto los cuernos. El desarrollo de los hechos devino en una orgía doméstica, yo el artífice de su venganza, en el juego del trencito sexual debiera someter al reo, a la pena de sentir en carne propia el dolor de su venganza: Ser sodomizado. Realmente había sido una orgía increíble, Roger, el novio culpable, le hacía el ano a Emilce, mi nieta y quien relata lo propio con el Roger. Giselle hacía las veces de director de escena designando los roles y las tareas, y para hacérselo recordar de qué modo le habían roto e culo, había registrado toda la escena de la orgía casera donde el reo pagaba la primera parte de su culpa, la segunda era la que forma el contenido de la historia que sigue… Acabado que fuera la orgía precedente, y nunca mejor empleado el término “acabar” porque realmente fue eso, una acabada colectiva, todos nos hemos venido o corrido del mejor modo y en el mejor sentido de la expresión. Más que una venida con el orgasmo había sido una acabada de esas que se disfrutan ...
... despacio y aún después de concluido el acto propiamente dicho, todos y cada uno de los momentos nos habían dejado el sabor de habernos deleitado con algo inédito, totalmente loco y delirante, la improvisación nos fue llevando a ese limbo de excitación y desenfreno que rebasó los límites de nuestra compresión, que en ese momento post-cogida nos tenía en silencioso recogimiento degustando las mieles de un placer diferente, sentirnos que traspusimos nuestras propias fronteras, liberado de los convencionalismos. Nuevamente el licor sirvió para poner un poco de paz antes de reiniciar la guerra, sedar los ánimos antes de subirnos al desenfreno de la calentura en ciernes. Tendidos sobre la acolchada moqueta, el reposo del guerrero no duraría tanto, solo fue necesario que la hábil mano de Giselle tocara la sensible masculinidad para que ésta respondiera vibrando al conjuro de su mano. Las acciones habían exacerbado el deseo de todos y según dijo la maestra de ceremonia, como enarbolando la bandera de largada: ¡Esto recién empieza! Las dos muchachas comenzaron con el juego lésbico, mimos y caricias para calentar el ambiente, sabían del efecto sobre la platea masculina fácilmente excitable, sobre todo cuando las carnes trémulas se agitan delante de uno. Recostados en la moqueta, seguía la ronda de tragos que difuminan los límites de la conciencia y nos ponen en trance para cualquier transgresión. Alguien bajó la intensidad de la luz, ahora “todos los gatos son pardos” las ...