1. Nieta de fuego - venganza (epílogo) parte 3


    Fecha: 05/11/2019, Categorías: Gays Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... derrama sobre la alfombra hasta dejarlo exhausto por la acabada y por el culo roto con el strap.
    
    Ahora es mi tiempo, me colocan unas nalgas delante para le haga sentir el calor de mi verga, de bruces, la cara contra el piso y el culo bien elevado ofrece su almejita para sentir el calor de la carne joven. ¿Cuál es? ¿Acaso importa ahora? Pues no, es una hembra que tiene ganas, yo un hombre caliente entonces…
    
    Fue una cogida intensa pero breve, se salió y otras nalgas en su lugar, por suerte es mujer. Otra vez a sacudirme dentro de esa vagina tan jugosa. Nuevamente una cogida intensa pero breve para mi calentura…
    
    Se abre la puerta de la cocina y la luz que aporta muestra que la mujer que esta entre mis piernas es Giselle.
    
    Nuevo cambio de escena, Giselle dispone el nuevo escenario, se coloca sobre Emilce en la postura del “69”, ordena al novio que me lleve la poronga hasta su hoyo, previa lubricación del ano con su boca colabore guiando hasta que le entre toda. Quiere humillarlo, “en vivo y en directo” que sienta como mi erección dilata el esfínter, abriendo el anillo anal, mientras le dice:
    
    -Fíjate, mira bien como el “abu” le abre el culo a tu novia, siente como me lo desvirga conuna pija más gorda que la tuya, bueno eso ya lo sentiste cuando te rompió el tuyo.
    
    Sus dichos y la presencia de público hicieron que este revuelto de sexo aporte el plus de libido que eleva la calentura al nivel de una orgía total. La muchacha era una hembra de “armas llevar” un ...
    ... polvorín atestado de erotismo, la venganza la motivación, el sexo anal el vehículo y la poronga taladrando su culo la mecha que encendió la dinamita.
    
    Ordenó al novio que lamiera la vagina de Emilce, mientras ésta lamía la conchita de Giselle y alternaba con caricias y lamidas a mis testículos. El puzle sexual encaja a la perfección, todos y cada uno en su lugar exacto, la orquesta afina sus movimientos, Giselle dirige y ordena hasta que todo se desparrama, sus rodillas aflojan ante la vehemencia del abu que se mete dentro todo dentro del culo, empuja con fuerza y transmite la potencia del polvo a los otros partícipes.
    
    Me pierdo como es común en estos trances de la calentura, hacer sexo anal a una hembra es algo que me supera, me produce un placer tal que transforma la racionalidad en delirio lujurioso. Me agarro a sus caderas para impulsarme en ella, las primeras nalgadas fueron solo ruidosas, pero gustó de sentirlas y pidió más… - ¡Sí... sí, dame, dame más fuerte!!!
    
    Complacida y compartida por los otros que pedían que sacudiera a la “perra puta”, también el novio disfruta del acto de someterla y dominarla. Los cabellos de Giselle entrelazados en mis dedos son las crines de la potranca por domar, ensartada hasta el fondo de los límites de mi cuerpo y castigando con la mano libre las “ancas de mi yegua” la incito a galopar, a sacudir a su domador, a moverse, a gritar…
    
    ¿Todo se desmadra, sus gemidos son gritos, de dolor o placer? ¡Qué importa!
    
    La montada a pelo está en ...