Un relago para mi cumpleaños - Relatos Eróticos

Un relago para mi cumpleaños

... fiesta y déjame a mí la limpieza.

- No como cree, deje ayudarla un poco, además ya se fueron casi todos.

- Ok. Pero deja eso un momento y vamos a brindar por tu cumpleaños. ¿Sabes dónde tienen otra botella de vino? La mía se acabó.

- Claro voy por ella.

La música todavía está en un volumen alto así que mis amigos y Laura no podían escucharnos fui a la cocina por otra botella, volvía la sala donde ella estaba sentada en un sillón y le serví un poco de vino. Yo me serví jugo de frutas porque no podía beber ese día.

- Brindemos porque te has convertido en un hombre.

- ¡Salud! señora.

Para mi sorpresa se lo tomo todo de un solo sorbo… ya estaba borracha, era de esperarse.

-¡Ahora sabrás que es una mujer!

Dejo el vaso en la mesa y me sujeto de la nuca y me beso descaradamente, cada vez me estaba jalando más y más, me estaba llevando a su cuerpo, no me di cuenta cuando ya estaba encima de ella, me estaba mordiendo bien rico los labios metía su lengua queriendo llegar al fondo, me enredo las piernas en la cadera me estaba apretando, como queriendo que yo se la metiera, me apretaba muy fuerte y movía muy rico sus cadera, y tan rápido que uf… me la estaba poniendo dura. Me soltó y se sirvió otro poco de vino, me levante y quería ir a la cocina Pamela veía atrás de mi me agarro de las manos y me dijo – baila con migo – dijo Pamela, así que me empezó a bailar, me arrimaba el culo y me lo movía, se movía bástate bien, cintura, caderas estaba bastante entrada, ...

... yo solo me deje llevar, de pronto me jalo y me llevo a la pared y nuevamente me empezó a besar y morder, nos comíamos las lenguas, subió una pierna y se la toque, fui buscando sus nalgas y cuando se lo agarre, subió la otra. La tenia trepada y con las nalgas a mi disposición nuevamente me apronto para que no me escapara, me la lleve cargando a la cocina entre el lavabo y el refrigerado ahí nadie nos podía ver porque el lugar estaba aislado. Nos seguimos besando, la situación era muy tensa porque no sabía quién vendría y nos cacharía, estaba con la adrenalina a tope, interrumpió nuestro beso para decir – métemela – se bajó de mis brazos se bajo el pantalón y me dio la espalda. Dejando caer un poco su cuerpo tomo mi pene para brotárselo en la entrada de su vagina, se la metió después de unas cuantas frotadas. Tenía una vagina muy estrecha sentía muy bien sus paredes vaginales, estaba muy caliente la perra, por la forma en la que gemía note que es una adicta a la verga, me decía –más fuerte cabrón, rómpeme el culo- mientras me miraba a los ojos, gritaba como una loca, de pronto tuvo un orgasmo, apretó las piernas mientras se tocaba los pechos, se dio la vuelta y se agacho para chupármela, me dejo empapado con sus jugos, descanso un poco y después la subí a la mesa y ahí le quite los pantalones para empezar de nuevo a cogérmela, antes de metérsela le vi la vagina, tenía unos labios y clítoris rositas además de que estaba depilada, no pude evitar mamárselo, al ver la conchita que ...