-
La historia de Ángel, solo era un muchacho (07)
Fecha: 08/11/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... zona no había cámaras escondidas que cogieran la nave desde otra perspectiva. Se introdujo en el coche, y ya desde el principio, me pidió que me pusiera sentado entre sus piernas. -¿No me puede dejar ese asiento para mi? -¿Qué te pasa, no te gusta mi método de enseñanza? -su mirada era torva y huraña. -No es eso, es que no está bien. -estaba cerca de él y sin contemplaciones me sujetó de la cintura y me llevó para colocarme como quería. -No me vas a decir como tengo que hacer las cosas, ya soy mayorcito para eso. -parecía que no tenía miedo a lo que pudiera pasara si yo decía algo. Me atrapó como el día pasado pero ahora no hubo disimulos, sabía lo que quería, lo tenía en sus manos y lo cogería, sí, o sí. Me llevó contra él y me besó el cuello sin rodeos. -Hueles bien y estas tan tierno. con su manaza izquierda me giró la cabeza y se abalanzo a besarme a boca. -Esas muy rico chiquito. -me elevó un poco y metió la mano por la cintura del pantalón para cogerme una nalga y apretarla hasta hacerme daño. -Esto no está bien Damián y me haces daño. -sacó la mano y se la llevó a la nariz. -Hueles a coñito rico y me lo voy a comer. -se chupó los dedos haciendo ruido de succión, y de repente los tenía empujando sobre mis labios para meterlos en mi boca. -Prueba tu sabor, saborea lo rico que sabes. -en ese comento cometí el primer error, empezar a chuparle los dedos como me pedía. -Así, así, ¿te gusta como a mi?. -sus labios me lamían el cuello y la ...
... oreja hasta morderme el lóbulo, segundo error, gemí como puta depravada. -Sabía que eras putito, ahora siente mi verga. -me apretó agarrándome la tripa y elevó el culo del asiento para encajarla en mi raja, tercer y definitivo error, mostrar lo mucho que me gustaba su garrote apretado en mi culito. -¡Ayyy! Sí, que bueno. -a partir de ahí Damián sabía que había vencido y yo cedía permitiendo que me manejara a su capricho. Me descorrió la cremallera del pantalón e introdujo su manaza envolviendo en ella mi polla junto con mis huevos. -La tienes dura putito, ¿te gusta eh? -pasaba la mano por mi bulto cubierto por la tela del slip, y apretaba mis atributos viriles como si fuera a aplastarlos con su mano. -Vamos a un sitio más cómodo. -no me lo estaba pidiendo me llevaba obligado y sin posible defensa, salió del coche, me envolvió la cintura con un brazo y comenzó a caminar llevándome en el aire. Todo iba sucediendo muy rápido y en menos de un minuto traspasábamos la puerta de su cuarto, me tiró sobre la cama y sin más comenzó a quitarse la ropa. -Desnúdate. -me ordenó verdaderamente alterado, no podía reaccionar y le observaba como iba apareciendo la parte desnuda de su cuerpo con cada prenda que se retiraba. La nariz aplastada le confería un rastro de innegable fiereza, remarcado por su cuerpo grande y muy marcado, los brazos como aspas de molino, el abultado del pecho, el abdomen plano y marcado hasta la exageración, las Columnas de Hércules que eran sus ...