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La historia de Ángel, solo era un muchacho (07)
Fecha: 08/11/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... cruzar las manos detrás de su cuello. -Me calientas mucho putito. -abrazado como me tenía me mordía el hombro, y me besaba con ferocidad el cuello, la boca y se metía mi barbilla entre los labios chupándola. Era una caldera de vapor que explotaba y me iba dejando llevar, sentir la calentura de sus labios y empecé a gemir dichoso. -¡Ayyy! ¡Ayyy! ¡Ayyy! ¡Ayyy! -correspondía a sus besos y era y quien le mordía la boca y le metía la lengua. -¿Te gusta verte ensartado por la verga de un macho? -de momento el dolor de mi culo se había calmado y un dulce placer me latigaba el ano. -¡Ummm! Sí sabe rico Damián. -Responde a lo que te pregunto puto. ¿te gusta mi verga? -Sí, me gusta, me gusta mucho, me llena el culo. -reía en mi oído ensordeciéndome. -Ahora verás lo que es bueno. -comenzó un juego de subirme y bajarme haciendo que su verga me penetrara al caer por mi propio peso, regulando yo mismo la velocidad y profundidad al estar sujeto a su cuello. Me sentía muy abierto y su verga me producía calambres placenteras, estuvo unos minutos hasta que le noté fatigado. Caminó hasta la cama conmigo colgando de su cuello y la verga bien dentro de mi culo, tiró de mi para arriba y se desenchufó, su verga dejó mi ano de golpe y eso me dolió. -¡Ahhh! Eso duele, por favor se suave. -¿Protestas por qué te quito la polla? -me situó arrodillado en la orilla de su cama, y sin más me abrió las nalgas y me la dejó ir adentro de una estocada. Volví a ...
... gritar. -¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh! Eres un bruto. -Damián solo reía con ganas y comenzó a follarme muy fuerte, sonaban en la habitación los terribles golpes al estrellar su pelvis y testículos contra mis nalgas. Y otra vez volvió el placer de sentir su verga penetrándome sin cesar el ano. —Ummmmm!, rico, rico, que gustito, que rico es, sí, sí dame más duro. -empezaba a gustarme hasta su brutalidad y a gozar sintiéndome un objeto de placer en sus manos. El duro pene me rompía por dentro y a la vez era una delicía, mi culo agradecía estar ocupado y lleno. Sentía mareos a menudo cuando algo era golpeado y batido con su polla en mi recto, hasta que sin poder hablar comencé a eyacular tirando el semen sobre la colcha blanca de la cama. -¡Ohhhh! ¡Ohhhh! ¡Ohhhh! ¡Ohhhh! Dioooos, me estoy corriendo, ¡Damián no puedo contenerme! Eso le puso frenético y bombeaba en mi culo a mil revoluciones, logrando que mi placer se incrementara exponencialmente, la verga se le endureció y se me clavó quedándose pegado, y con la verga hasta el fondo empezó a vaciarse los huevos. Era un auténtico aguacero de leche lo que me estaba metiendo, así se quedó unos segundos, respirando ahogado y su verga pulsando al disparar cada chorro de semen. Yo había caído sobre la cama, y él sobre mi menudo cuerpo, y no podía respirar por su peso, me cubría como cualquier macho a su hembra vaciándose del todo hasta dejar la simiente de la vida en el útero de la hembra poseída. Sacó la polla ya vencida y agotada, sin ...