1. El momento dar las gracias.


    Fecha: 09/11/2019, Categorías: Incesto Autor: WetDick, Fuente: SexoSinTabues

    Ella entra a la habitación y lo ve, ahí, sentado a los pies de su cama, esperándola. Todo este tiempo distanciados, ya no era como antes, ella también había cambiado, ya no era esa pequeñita que corría a su encuentro cuando lo veía y él, ya no la buscaba para sentarla en sus piernas y cobijarla con sus brazos. Ella tenía rencor aún por su última discusión, pero al verlo ahí, paciente, esperando por ella para solucionar las cosas, le hizo recordar la alegría que lo rebozaba en cada encuentro con su pequeña, que ya era una adolescente sin tiempo para él. Lo vio solo, ya desgastado y acongojado por todos los problemas de la vida y su lucha para darle lo mejor a ella. Entonces entendió que era todo para él y que le había pagado con indiferencia y abandono, pero él le amaba sin condiciones, porque era su hija y así ama un padre. Él levantó la vista y quiso hablar, pero ella le tendió sus brazos, ofreciendo un abrazo que lo hizo poner de pie y llenó su rostro con una sonrisa. Se abrazaron con tanto amor, que todo el mundo se detuvo para ellos, no dijeron nada, solo disfrutaban el hecho de estar juntos y reconciliados. El abrazo era cálido, tierno, reconfortante; el amor de ambos se traspasaba y penetraba a uno y otro; todo en silencio, no era necesario decir nada, en su interior cada uno pensaba en el bienestar del otro y en el deseo de hacerlo feliz. Entonces, lo tuvo claro… él había dejado todo por ella, hace años que no tenía una mujer a quien amar, porque desde que había ...
    ... quedado solo, su amor y dedicación fueron exclusivos para ella y era un sacrificio que nunca le había agradecido. Lo abrazó más fuerte, apretando su cuerpo contra el de él, quería estar segura de que era lo que él deseaba. Y lo sintió, su virilidad expuesta bajo su ropa, ella lo podía sentir, toda su masculinidad queriendo arrancar de su pantalón, pero él se contenía, porque la amaba y no sería capaz de hacerle daño alguno. Ella lo beso en los labios, como solían hacer en su infancia, pero esta vez, dejo escapar levemente su lengua, un pequeño roce que provocó un remezón en su cuerpo, que lo puso aún más en evidencia sobre cómo estaba sintiendo y el deseo contenido por su joven princesa. Él sorprendido, quiso decir algo, pero ella lo calló poniendo sus dedos en sus labios y lo volvió a besar, pero esta vez, fue un beso de pasión… toda esa pasión que él deseaba, pero a la que había renunciado por ella. Ella lo entendió y quería recompensarlo y agradecerle toda postergación que él había hecho para sí mismo por dedicarse solo a hacerla feliz y le regalaría lo más hermoso y preciado que tenía… ella misma. Ya lo había decidido, lo había pensado y sabía que era un acto de amor, el amor más puro y la entrega más solemne entre ellos. Sería un recuerdo hermoso y un secreto para el resto de la vida, imborrable, sería su primera vez y sería realmente inolvidable, podría estar completamente segura de que sería un acto de amor real y honesto, y no solo un acto carnal más para algún chico ...
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