1. Vanessa compartida (1): Mi fantasía


    Fecha: 11/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Hargos, Fuente: CuentoRelatos

    ... FELIZ con todo eso… y yo ni hablar.
    
    Llegar a este nivel no fue nada fácil, a poco más de tres años de casados pude notar que estábamos dando vueltas en círculo y que empezábamos a entrar en una especie de estancamiento sexual. No digo que el sexo llegó a aburrirnos sino que sentíamos, yo más en particular, que éste podía ser mejor. Ella siempre sensual en la calle hacía que discutiera con los hombres que a menudo se propasaban con frases cargadas de tono, así que el “click” en mi cerebro sucedió un día que fuimos a comprar muebles a la zona industrial directamente del fabricante, ella salió con un short de jean cortado muy arriba que se le veía el inicio de sus nalgas y un cargador fornido le gritó de arriba de un camión “mamacita sube, ese culo pide mi verga dile a tu marido que nos espere o que suba para que vea y aprenda a darte tu gustazo”. Ella lo ignoró haciéndose la molesta pero bien en el fondo que le hizo gracia, mientras me agarraba para no irme de manos. Sin embargo en mi cabeza se formó la escena de Vane con el tipo ese juntos y yo viendo… así empecé sin darme cuenta desde ese día a fantasear con aquello que a todos los hombres nos ha pasado por la mente y nos ha calentado en algún momento: como sería verla tener sexo con otro hombre. Cómo sería verla poseída por otro, verla comiéndose otra verga. En nuestras sesiones de sexo comencé de a pocos a incluir en nuestras pláticas eventuales "terceros", le susurraba al oído mientras la penetraba que algún amigo o ...
    ... conocido de ambos estaba presente haciéndose una paja viéndonos y le pedía que se la chupara. Vane se metía un dedo a la boca y lo chupaba como si de un pene se tratara, ronroneaba como gatita y eso me calentaba más y más. También pude notar que ella se movía más deprisa y se excitaba aunque no lo admitía. Poco tiempo después, a manera de sorpresa, compré por internet un consolador de gran tamaño (22 cm) completamente realista con forma de pene, con textura, venas y pigmentación hiperrealista; en fin, realmente parecía una verga más grande que la mía. Esperaría el momento justo para estrenarla, así que la tendría guardada pero lista.
    
    La idea entonces de compartirla y poder verla con otro me carcomía el cerebro ya desde hacía mucho tiempo y creo que había llegado el momento de llevarlo a la práctica. Ella sin embargo no estaba, al parecer, muy entusiasmada con la idea. Una noche en la que platicábamos en la cama sobre nuestros gustos, placeres y fantasías se lo solté casi de golpe:
    
    - Amorcito, anoche cuando lo hacíamos noté como te calentó más cuando te dije que Marcos (el muchacho que despacha en la tienda cerca de la casa) te pedía que se la chupes. Que estaba parado al lado nuestro mientras te penetraba y quería que lo satisfagas con esa boquita rica... ¿te calentó eso no?
    
    - Hay bebito (así me dice) es que se te ocurre cada cosa...
    
    - Pero te calentaste más si o no? Dime pues…
    
    - Pues algo... si… un poco. ¿No te habrás molestado, no?
    
    No podía creer que una ...
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