Toda una señora
Fecha: 11/11/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... silencio le agradeció por el placer que de seguro una vez más le estaba regalando, entonces su mano que sujetaba hasta ese momento la pinga se soltó y fue a posarse a la cintura de Titá y ni bien estuvo ubicado allí, más que empujarlo hacia ella lo sujeto para que no se moviera pues en ese momento su trasero busco apretarse contra la pelvis de Tita, aaahmmmmm, su gemido se escuchó esta vez más fuerte porque la pinga de Tita se había perdido completamente en su culo, Marcela bajo la cabeza adolorida y complacida por tener toda la pinga de Titá en su culo, levanto la mirada y sus ojos casi desviados me mostraron que no se le hacía fácil tener esa pinga dentro, ahora se movió de un lado a otro tratando de acomodar esa pinga en su interior, empujó un par de veces, mientras su mano suelta fue y tomando una de sus nalgas la abrió para darse un poco de comodidad y darle mayor confort al trozo de carne en su interior.
Eran unas grandes ganas que tenía de salir y ocupar el lugar de Tita, y considerando que Marcela a pesar de sus años estaba cachable no pude más que contenerme por el deseo de terminar de ver tremendo espectáculo.
Titá con su manos en la espalda de Marcela crispaba sus ojos y abría a cada arremetida de Marcela que empujaba cada vez con más fuerza, ah, ah ah, era más o menos lo que Titá profería, no sé si era más dolor que placer lo que sentía al tener su pinga entrando y saliendo en ese culo que de seguro apretaba su pinga, y casi a mi pedido telepático Marcela ...
... se apartó una vez más de Titá dejando colgado la pinga de Titá que se vio grotescamente inmenso y embadurnado mescla de jugos propios del lugar donde había estado metido, Marcela tomo una vez tomo con su mano la pinga de Titá y ahora si se deleito estrujándolo, Titá boquiabierto solo se dejo hacer, Marcela tomo entonces una carga de saliva en su mano y froto aún más la pinga que sabía que volvería a metérselo, ahora soltando la pinga de Titá lo obligo mientras bajito le decía que se sentara sobre el suelo, sin mucho convencimiento Titá en pocos segundos estuvo ya sentado, poniéndose de cuclillas Marcela tomo una vez más la pinga tiesa ahora volviéndose de espaldas a Tita levanto una vez más el vestido y manteniéndolo ahora sui sobre la altura de su cintura tomo con una mano la pinga de Titá y se lo dirigió a la entrada de su culo una vez más, ahora la visión que yo tenía era mucho más clara sus nalgas blancas estaban expuestas y todo la dimensión de sus piernas, y arrecha como estaba sin perder tiempo se metió la pinga entera en su culo, sus nalgas descansaron sobre las piernas y pelvis de Titá, mientras esta vez abría la boca de placer, se removió en círculos y de un lado para otro acomodándoselo en su interior y con más placer gemía con mayor ímpetu pero siempre muy despacio tragándose sus ganas de gritar y mordiéndose con fuerza los labios, empezó a subir y bajar y podía ver como la pinga de Tita aparecía y se perdía con cada embestida, la boca de Tita ya no podía abrirse ...