Una tarde normal...
Fecha: 12/11/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: melissr80, Fuente: CuentoRelatos
... los jadeos de los dos se hacían a cada vez más intensos y rápidos al tiempo que Carlos se movía mas rápidamente, de un movimiento se giraron y Melissa quedo sentada sobre el con su exquisito pene tocando el fondo de ella, esta vez se mecía aferrada a sus hombros besando su cuello saltaban sus senos entallados en el pecho de Carlos, quien la tomo por su cadera y siguiendo el compás de su movimiento la jalaba hacia el queriendo penetrarla más, cuando el pene llegaba al fondo de su vagina Melissa gemía de placer y pedía más.
Carlos levantaba su cadera para que disfrutase más, cuando el pene llegaba al fondo de su vagina Melissa gemía de placer al sentir su pene rosando su interior, sus prolongados espasmos hacían que se aferrara a el más fuerte, en el frenesí de placer, con sus manos acariciaba su cuello y su cabello invitándolo a probar sus senos duros y pálidos, pequeños chocolates coronaban sus pechos aterciopélalos erectos del placer, Carlos los saboreaba con su lengua acariciándolos frotándola sensualmente su contra los enhiestos pezones de Melissa disfrutando cada movimiento, cada respiración, cada espasmo, cada sonido, eran entonces un solo ser, la fricción de su pene, abría de a poco más sus paredes vaginales, Melissa buscaba los labios carnosos de Carlos para fundirse más en él, sus lenguas jugueteaban entre ellas, respiraban el uno del otro, Melissa sentía desfallecer pero ansiaba prolongar el placer, se detuvo para respirar y Carlos la tomo por la nuca dándole ...
... un prolongado y sensual beso que casi los hace desfallecer a los dos, siguieron moviéndose sensualmente, disfrutándose el uno al otro.
Melissa jadeaba cada vez más rápido y más fuerte podía sentir venir el primer orgasmo que ya estaba latente en su vientre inundándola de humedad, sus senos hinchados se movían al hipnotizaste compas que llevaban los dos, en su vientre, sentía un estallido de calor que bajaba envuelto en fluidos ardientes, recorriendo todo su útero y contrayendo sus paredes vaginales, lo sentía revolver sus entrañas y subir a su garganta cargada de locura emanando un alarido delicioso de placer y reflejándose en sus bellos ojos.
El temblor de todo su cuerpo la lleno de escalofríos, mientras Carlos bebía de sus senos y se extasiaba con su piel sin dejar de penetrarla, en ocasiones ella deslizaba sus dedos acariciando su clítoris bañado en la mezcla de los fluidos de ambos, Melissa empezó a recorrer su pecho con la lengua haciendo que Carlos sintiera como su cuerpo se hacía más sensible, ella le pidió que se levantaran un momento y quedando ella sentada en el sillón se recostó lanzando un profundo suspiro.
Carlos la empezó a recorrer con su lengua por todo el cuerpo acariciándola toda, al mirar su vulva vio sus labios enrojecidos e hinchados y acariciándola, sin dejar de recorrer su feminidad, sintió su clítoris y lo acaricio nuevamente en círculos con la punta de su lengua lo acaricio y se deleitó con la miel que emanaba de su interior, succionando ...