1. Por infiel, inicié a mi esposa en la prostituciòn


    Fecha: 12/11/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus costumbres y sus tiempos, y se la veìa como huyendo de mi, a causa de una culpa que yo desconocía, pero que despertó mis sospechas.
    
    Yo no caí en escenas de celos, ni la acosé con preguntas. solo la miraba de forma profunda.
    
    Hasta que un día, llorosa y arrepentida, me confesó su traición, con todos sus terribles detalles.
    
    Perdóname, me dijo.
    
    Yo, lleno de rabia, dolido, y herido mi orgullo de varón respondí:¡¡Te dejaste halagar y seducir por un hombre que no conocías, fuiste cínica, nada te importó tu familia, y te entregaste como puta al placer; y en ves de controlarte, cediste a los deseos de ese hombre, y mentiste para culiar con el todo este tiempo!!
    
    Y luego, inflamado de cólera y despecho, le dije con fiereza: ¡¡Tu, que elegiste ser la prostituta de un desconocido, ahora vas a ser la puta de todos los hombres que te deseen, desvistete!!
    
    Ella, temerosa se desvistió; y yo, tomando con decisión una actitud dominante, pero tranquila, le exigí que se ponga una ropa interior negra transparente, una remera roja corta hasta el ombligo, y un short rojo pequeñísimo.
    
    Frente a mi, la esposa refinada, delicada, y distinguida, se había convertido en una hembra provocativa, cuyas piernas y caderas redondeadas, parecían explotar fuera del pequeño short que la ceñía.
    
    Al contemplarla en todo su esplendor de mujer incitante y seductora, la vaga idea que cruzó en mi mente en un primer momento, se convirtió en una decisión irresistible, y una rabia sorda, mezclada ...
    ... con un morbo erótico que se apoderó de mi, me hiso decirle: "Muy bien, quisiste jugar a ser puta, ahora serás una puta de verdad"
    
    Ella me miró en silencio, con quietud y sometimiento, y nada me dijo.
    
    Subimos en mi 4x4, y rodamos por algunas calles del suburbio de Guayaquil, hasta que ella me dijo con cierto temor y timidez: "Adonde me llevas"
    
    Yo pare en seco, y mirándola fijamente le dije: ¿Sabes que es la 18? (La 18 es la temida zona de los prostíbulos populares de la ciudad)
    
    Ella dijo: Si, si he oído algo de ese sitio. Bien, le dije yo, es allá donde vamos.
    
    Andrea iba a mi lado como ansiosa y preocupada. Al llegar a la 18, sentimos de inmediato el ambiente caliente y lleno de sexo de esas calles. Se oìa por todas partes, los estridentes sonidos de la música de salsa, que salìan de los locales llenos de putas, de clientes, y caminantes esquivos y cautelosos.
    
    ¡¡ Bájate!!, le dije con autoridad.Ella se bajo suavemente del carro diciendo: "Pero...estoy vestida así", mientras se sobaba los abultados cachetes de sus nalgas, que sobresalían descaradamente de su short diminuto.
    
    Yo, admirándola como la harìa un potencial cliente repuse: "Asì vestirás de ahora en adelante"
    
    Ella no dijo nada, y caminó a mi lado, contoneándose como una puta enamorada de su proxeneta, mientras yo la ceñía con poder de sus carnosas y sensuales caderas.
    
    Escogí el prostíbulo mas incitante y caliente. Al entrar, todas las miradas de los hombres se dirigieron con lujuria al hermoso ...