1. Por infiel, inicié a mi esposa en la prostituciòn


    Fecha: 12/11/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... rostro, y las despampanantes caderas y piernas de mi esposa. Ella estaba nerviosa, sofocada; y a punto de desmayarse, pero se controló un poco al notar mi decidida seguridad, mientras la conduje a una desvencijada mesa vacía, provista de cuatro sillas viejas de madera, pintadas de blanco.
    
    La senté a mi lado y pedí cervezas.
    
    En el local habían una 30 mesas mas, en un espacio alrededor del cual estaban los cuartos numerados de las putas. Algunas de ellas se ocupaban con sus clientes, mientras otras, semidesnudas, o con ropas cortas y provocativas, mostrando sus encantos sonreían a sus clientes.
    
    El ambiente, con una sensual música de salsa, estaba lleno de una intensa tensión sexual. Andrea estaba presa de una asfixiante excitación, que le hacia abrir la boca, para respirar con dificultad.
    
    Yo la miraba, estaba deliciosa, parecía una puta palpitante y ardiente.
    
    Prepárate, le dije. y después de tomarnos 4 cervezas, llamé a un mesero y pedí que me reciba el dueño del local. Al poco rato regresó y dijo: El señor les espera.
    
    Conduje a Andrea hasta la presencia de un señor de mirada directa y astuta. Era el dueño del burdel.
    
    Mirando brevemente la excitante figura de Andrea comentó: "Lo veo bien acompañado, dígame amigo". Yo repuse sin dudarlo: "Esta hermosa mujer es mi esposa, y después de hablar juntos, hemos resuelto pedirle a usted que a partir de este día, ella trabaje como puta en su local"
    
    El, sin perturbarse miró a Andrea con mucho interés ...
    ... diciendo: "¿Es cierto eso señora?"
    
    Andrea, con un leve sobresalto, y mirándome con timidez le respondió: "si señor, a eso he venido"
    
    Muy bien; dijo el, voy a llamar a mi mujer, ella sabe de esto.
    
    Al instante entró a la salita una señora madura, todavía bonita; y tomando de las dos manos a mi esposa, con una ligera sonrisa cómplice la interrogó: "¿Has trabajado de
    
    puta antes?", "No señora" repuso Andrea.
    
    "Ah, eres novata. Ahora,con confianza, y de mujer a mujer dime,¿alguna ves has tenido la fantasía, o has sentido el deseo de ser una puta?
    
    Mi esposa, con cierta duda, y un poco nerviosa respondió: "Si, si he tenido esa fantasía"
    
    Muy bien, pero para trabajar aquí tienes que cumplir tres requisitos: Uno, tener una buena figura, desvistete completamente; dos, pasar por una prueba sexual, porque aquí no trabaja cualquier mujer; y tres, si pasa la prueba, deberás aprender primero, y rápidamente, los secretos del oficio. ¿Estas de acuerdo?
    
    Mi esposa dijo si, y llena de un excitado temblor, se despojó lentamente de toda su ropa.
    
    La desnudez de mi esposa la mostró como lo que era, una deliciosa y sensacional hembra, dueña de un cuerpo carnoso y ardiente, y de unas insinuantes y rotundas curvas. Una mujer exquisita y elegante, lista para ser devorada sexualmente por los mas hombres mas vulgares, que visitaban esos sitios en busca de carne de mujer.
    
    Al verla, dijo la damisela: eres una mujer bella y tentadora, pasaste la primera prueba. Ahora, vas a conocer a ...