1. Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen


    Fecha: 16/11/2019, Categorías: Transexuales Autor: aritacariñosa, Fuente: SexoSinTabues

    ... pelvis en mi trasero, se tornaban más intensos y eróticos. Me estaba exaltando alocádamente. Poco a poco, en esa posición, me llevó contra un árbol, apoyándome contra el mismo. Ahí, se destinó a palpar con determinación todo mi culo por arriba de mi pantalón. Yo dejé que me tocara. Me gustaba tremendamente sus manos metidas ahí. Las sentía muy juguetonas. Levantó mi guardapolvos y me introdujo una mano por debajo de mi pantaloncito, para tener un contacto directo con mi excitado culo. Yo usaba colaless, entonces me la bajó junto con dicho pantalón un poquito para seguir manoseándome en medio de la raya de mi colita. Un exquisito contacto piel a piel: "¿Te gusta?", me preguntó. Yo simplemente le expresé: "Mmmmm, síiii ¡Qué rico!". El siguió tocándome con mucho deleite. No aguantó más: "¿Querés mi verga?", me preguntó. Yo le respondí: "¡No, ahora no! No estoy lista". "Te la meto un poquito, y bien sabroso", me propuso. Estuve a punto de decirle que sí, hasta que un viejo transeúnte nos gritó a metros de dónde estábamos: "¡Manga de asquerosos!¿Qué hacen? Ya los denuncio con la policía. " Nuestra reacción fue efímera. Tomamos nuestras pertenecencias para salir corriendo muy avergonzados. Fuera del alcance de la vista de ese tipo, me tapaba la cara por todo el bochorno que pasamos. No era para menos. Le di a entender a Chano que no quería saber más nada por esa noche. Noche que no pude dormir casi. Estaba muy excitada, mi cabeza volaba pensando en lo que pasó. En los días ...
    ... siguientes, la situación entre ambos se calmó. Chano y yo continuábamos en nuestra rutina de amistad. Fue hasta que una noche, a la salida de la escuela y a cuadras de la misma, me atacó sexualmente. Me apoyó sobre una pared de una vieja casa abandonada, frente a él y muy a oscuras. Él tendió sus brazos atrás mío, para introducir sus manos por debajo de mi calza y así manosear mis glúteos. Me pidió: "Sacáme la pija de mi pantalón". "¿Estás loco? ¡No!", le respondí. "¿Acaso no querés?", me preguntó. Yo le dije:"No, así no". "¿Querés que te lo haga? ¿Me deseás? ¿Si o no? Decime", me preguntó. Yo tiritaba de los nervios. Solamente le asentí con mi cabeza. "Me dejo si me llevás a un lugar seguro. Que estemos a solas, sin que nadie nos vea y nos moleste", le condicioné. "Está bien, mañana te llevo a un lado para que nadie nos vea". Así fue, nos despedimos sin ningún beso, para ir cada uno a su casa. Al otro día, los nervios me avasallaron por completo. Me preparé casi todo el día para él. Me depilé todo lo que pude. Baños de crema en mi cuerpo y mi pelo. En fin, no comí casi nada en todo el día. En la escuela ambos estábamos ansiosos y expectantes por salir. Al primer toque de timbre, me miró de frente y me dijo:"Vamos". Nos rateamos (escapamos) de la escuela sin ninguna duda. Caminamos como siete cuadras para arribar a ese lugar secreto de mi primer encuentro con él. Llegamos a un local con una entrada de autos tapada con una cortina de lona desflecada. El tomó de mi mano para pasar como ...
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