Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen - Relatos Eróticos

Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen

... si nada. Al terminar de recorrer toda la entrada, nos encontramos con una amplia playa de estacionamiento de ripio, con poquitos autos estacionados y una que otra moto. Desde atrás, un hombre alto nos llamó la atención. Nos dimos vuelta para ver quien era. El encargado. Chano le pidió una habitación. El tipo nos preguntó nuestras edades. Chano le dijo dieciséis y yo quince. Mentí mi edad. "¡Son menores los dos! Vengan por acá", nos dijo. Nos llevó a una habitacion muy escondida del resto, dando toda la vuelta del edificio. Chano pagó por adelantado una hora, ocho pesos en aquella época. La habitación estaba semioscura, sin ventanas y con una sola luz roja encendida. Frente a la puerta, había una cama matrimonial. De lado izquierdo de dicha puerta, la entrada al baño y del costado izquierdo de la cama, un gran espejo encima de la pared que separa al baño. Un ventilador de techo funcionando a velocidad media. Por encima del respaldo de la cama, sobre la pared, un parlante en el cuál sonaba música suave. Mi primera vez en un telo. ¡Quedé impactada! Me sentí muy rara. Fue algo muy exótico para mí aquella vez. Chano cerró la puerta de la habitación para quedarnos solitos, él y yo. Nos miramos de frente con una cálida sonrisa. Él me dijo: "Ahora sí. Desnudémosnos". Yo estaba muy anclada al piso por mis nervios, un intenso escalofrío recorría por todo mi cuerpo. Él comenzó a despojarse de su camisa, luego se sacó sus zapatillas y su pantalón. ¡Qué cuerpo infernal! ¡Uhhhh! Piernas ...

... perfectas, cuadritos en su abdomen, brazos bien formados y pectorales bien delineados. Lástima que no existían los celulares de ahora para sacarle una foto aquella vez. ¡Un muchacho increíblemente riquísimo! Me sorprendí al verlo tan bello. Se paró frente a mi y me dijo: "Ahora te toca desvestirte". Yo sonreí ampliamente y me escabullí rapidísimo al baño. Mis nervios y mi entusiasmo me paralizaron. No llevaba prendas femeninas casi, excepto un conjunto muy sensual de una colaless y un corpiño muy pequeño. Entonces decidí sólo colocarme mi corto guardalpolvos, por encima de mi sensual lencería. Me maquillé como nunca. Me tomé todo mi tiempo para prepararme. Cuando abrí la puerta del baño, Chano me vio vestida para él, dispuesta a entregarle mi culo virgen. Me señaló: "¡Estas hermosa! ¡Estás muy buena!". Se paró frente a mí, se bajó su slip para mostrarme su desconocida pija. ¡Qué rica verga! Bien paradita, bastante larguita, gruesita y muy cabezona. ¡Impresionante! Me propuso: "Chupala. ¿Querés?". Le negué con mi cabeza. Pero se la agarré con mi mano derecha. Mientras me deleitaba con mi tacto sobre su pene, él desprendió los botones de mi guardapolvos, dejándome sólo con mi lencería puesta. Quitó mi mano de su miembro y me acostó boca abajo sobre la cama. Deslizó mi bombachita entre mis piernas, hasta sacármela completamente. Yo podía ver todo lo que hacia a través del espejo, ubicado al costado izquierdo de la cama. Con sus manos, separó un poco mis muslos y levantó mi culo ...