Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen
Fecha: 16/11/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: aritacariñosa, Fuente: SexoSinTabues
... para él. Se arrodilló entre las mismas y tomó su verga para colocarla en la puertita de mi agujero, con una pequeña lubricación de su saliva. Empezó a empujarla lentamente. " ¡Au! ¡Auu! ¡Aaaaaauuuu! ¡Chano me duele!", le decía. Desde el reflejo del espejo veía cómo me la clavaba sin piedad. "Calma, que también me duele a mi". "¡Aaaaaayyy, aaaaaaayyy , no sigas más!", gritaba desesperada. A través del raflejo del espejo veía que me la enterraba más y más en el culo. Ya no daba más de dolor, quería que me la sacara. Mis gritos eran estruendosos. "A mi tambien me duele, tenés el culo muy cerrado. ¿Acaso sos virgen?", me preguntó. "¡Aaaaaayyy, aaaaaaayyy, si soy virgen pelotudo. No sigas que me duele". Me metía muy de a poco su gran verga, que estaba ya bien dentro. Sentía que desgarraba internamente mis carnes. Yo sufria y gritaba como condenada. Mis gritos eran muy bulliciosos, se podían oír desde la calle: ¡Aaaaaaaayyy! ¡Aaaaaaaayyy! ¡Aaaaaaaayyy! De repente, el encargado golpeó fuertemente la puerta de la habitación: "¿Por qué tantos gritos?", preguntó. "Es virgen por eso grita tanto", respondió Chano. "Te pregunto a vos, al que le están rompiendo el culo. ¿Estás bien? ¿Sólo te rompe el culo o te está maltratando?", me preguntó a mí. ¡Qué vergüenza! Por semejante pregunta, tuve que responder la verdad: "Sí, yo le estoy entregando mi culo virgen". Entonces el encargado llamó a Chano para que vaya a la puerta. Cuando me sacó la pija, sentí un gran alivio. De inmediato toqué ...
... mi agujero y observé que tenía un poco de sangre. Por lo que fui muy dolorida, caminando con mucha dificultad, directamente a lavarme al baño En el camino al toilet, observé que el encargado le pasó por debajo de la puerta, dos pequeños sachets con un gel lubricante transparente. A medida que él le daba instrucciones a Chano de cómo usarlo, yo lavaba mi orificio en la pileta del baño. Me dolía y ardía por todo el anillo anal, también todo por dentro de mi recto. Miraba a través espejo del baño, el tinte de mis ojos corridos, debido a las lágrimas de dolor. No me gustó para nada esa experiencia. Estaba algo dolida y no quería seguir más. Tomé mis prendas que dejé en el baño y me fui a buscar mi bombachita. Deseaba irme a casa. Chano estaba parado, al lado de la cama, con su pija bien levantada. "¿Estás bien mi amor?", me preguntó. Ese "mi amor" que pronunció, me deshizo como mantequilla al fuego. Le respondí muy cabizbaja, negando con mi cabeza. Tomó de mi mano y me llevó hasta la cama. "No Chano, no quiero, me duele mucho", le pedí. "Dale. ¿si? Nunca me dijiste que eras virgen. Creí que te habían cogido antes", me susurraba al oído. Me insistía e insistía. Yo le decía que no quería más. Estaba muy asustada. Pero, poco a poco, me fue convenciendo y acomodándome de rodillas en la cama, mirando hacia el respaldar. Toda mi ropa fue desparramándose por el piso. También desprendió y retiró el corpiñito de mi cuerpo. Se destinó a darme suaves caricias por mi vientre y toda mi cola. ...