1. M A R I N A


    Fecha: 16/11/2019, Categorías: Incesto Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    ... defraudó en absoluto; en cuanto sintió mi roce pareció salir disparado. No era raro que su amiga se volviese loca chupándoselos; en ese momento tuve que hacer acopio de todo el poco control que todavía tenía sobre, mí para no lanzarme sobre él pezón y morderlo hasta arrancárselo. Si algún día podía elegir la forma de morir, querría hacerlo amorrado a una teta como aquella. Marina comenzó a respirar cada vez más fuerte pero yo estaba tan ensimismado disfrutando de su cuerpo que apenas reparé en ello. Sólo cuando cambié de pecho y repetí mi actuación con ella me percaté de su estado de sobrexcitación. Eso me turbó, elevando mi calentura. No hizo falta decir nada; bastó con cruzar nuestras miradas. Los ojos de Marina brillaban como luceros; tenía la boca entreabierta como si quisiera decirme algo o, quizá simplemente, buscando oxígeno. Marina no tuvo ánimo para expresar nada, ni bueno ni malo. Lo que sí que puedo asegurar son dos cosas: que no movió músculo alguno para evitar que la siguiese tocando y que su cuerpo era la antítesis de su frígida tía -mi ex-: Marina se calentó tan rápido como las tortitas a la plancha; tanto que me pareció estar escuchando en ese instante el chapotear de su vagina, en cuanto se la empecé a acariciar. De hecho, cuando la cordura volvió a mi cabeza y dejé de sobarla, inconscientemente aproximó su busto y se pegó a mí con intención de que lo siguiese tocando. Pareció sentirse defraudada cuando dije de forma dificultosa: -¿Seguimos? -¿Qué…qué? ...
    ... Perdona; sí… seguir, ¿Con qué? -Con lo de las fotos, Marina. Seguimos o lo dejamos… -No, no… adelante. Sigue haciéndolas. Roja como un tomate, se bajó las bragas hasta las rodillas, sin quitarse la falda, tan velozmente que tuve que detenerla. -Tranquila, chica, no te aceleres. Tendrías que hacerlo más despacio. Las fotos serían más morbosas, ¿no crees? -Vale, tío. Como tú digas. Tienes razón. -Súbete las bragas de nuevo y bájatelas más despacio, más sensual, con más sentimiento… ya sabes… piensa en Elvira. Imagina que es ella la que está aquí delante de ti. -¡Elvira!, -dijo como recordando de repente el motivo de todo aquel numerito-. Sí, claro, claro… Elvira. Devolvió la prenda a su lugar y el segundo intento fue mucho más morboso y erótico que el primero. Tras una sucesión de sugerentes fotografías la minúscula lencería terminó en su tobillo en primer lugar y seguidamente fue lanzada por los aires en un gracioso gesto, que dejó a mi sobrina prácticamente desnuda ante mis ojos. Sólo una faldita y los pequeños calcetines cubrían su cuerpo. -Siéntate en la mesa, ¿te parece? Cerca del borde. -Estupendo, tío. ¿Aquí estoy bien? ¿Te gusta la pose? Marina parecía repuesta de mi magreo anterior y volvía a tomar las riendas de la sesión. Parecía una profesional posando; era excitante ver cómo evolucionaba sobre el tablero, entre los restos de la merienda. Resultaba muy erótico el coqueteo que se llevaba con la cámara. Al principio sugería más que mostraba pero pronto me demostró que no ...
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