Me indujeron a ser esclava (II)
Fecha: 18/11/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos
... colocaron la otra mitad retirada en su posición original, quedando mi cabeza sobresaliendo por el hueco central. La mesa en realidad era una variación de un cepo.
Dada la altura al que estaba mi cabeza, mi posición era bastante incómoda, agachada, en punta de pies, con mi cuerpo bastante erguido. El hueco era del ancho de mi cuello, un poco mayor, pero no me permitía sacar la cabeza. En ese momento, el amo se baja de la camioneta, con una mujer desnuda, bastante bien formadita, de tetas inmensas, visiblemente operadas. La chica tenía el rostro cubierto totalmente por una máscara de látex. Los únicos agujeros que tenía la máscara eran para su nariz, y por arriba, un no muy delgado tubo que parecía ser del mismo material, no muy largo, que terminaba en otro agujero, por el cual salía su cabello, el cual quedaba como una especia de cola de caballo, peinado hacia atrás. Es su cuello, llevaba un collar de perra, con una cadena abrochada, con la cual mi amo la dirigía. Ella quedo a su lado a cuatro patas. El amo paso de su lado, a su trasero, sacando su inmensa verga y metiéndola en el culo de la chica. Después de unas cuatro embestidas, se corrió en ese agujero. Luego fue el verdugo, quien, luego de otras cuatro embestidas, también se corrió, y por último, el desconocido repitió la operación.
Mi amo luego tomo la cadena, y la dirigió hacia la mesa. Allí la subió encima de la superficie y la hizo sentarse de lleno en mi cara. Me restregó su culo y su coño un buen ratito, y ...
... sentí como su culo llenaba mi rostro con la esperma de los tres machos. Por último, se me ordeno chuparle bien el culo a la chica, cosa que hice sin vacilar, excitada por todo esto. Succione lo más fuerte que pude, quería que no quedara la más mínima gota de leche de los machos en su culo. Al ratito ella se levantó un poco, y mi amo me ordeno mostrarle la leche en mi boca, cosa que hice con el placer dibujado en mi rostro. Me ordeno tragarlo y así lo hice.
-¿Te gusto el manjar perra? –me pregunto mi amo
-Si amo, gracias por este delicioso aperitivo, me gustó muchísimo –le conteste, totalmente emputecida por mi calentura, y entregada, convencida de que esto me había gustado mucho.
-Bien puta, termina de lamerle el culo a la guarra esta –me ordeno mientras hacía que la chica se agachara de nuevo sobre mi cara. Obedecí su orden, lamí cada rastro de fluidos del culo de la chica. Una vez terminado el trabajo, mi amo la bajo de la mesa, y la llevo de nuevo a la camioneta.
Acto seguido, de una de las paredes del galpón, tomo una manguera que estaba allí enrollada, y abrió el grifo. La manguera tenía una pistola de agua con un sistema de riego en la punta, con la cual mi amo me disparo el agua a la más fuerte presión. Sentía como si en mi cuerpo se estrellaran diminutas puyitas, y tuve un delicioso orgasmo cuando el chorro fue dirigido a mi cuquita. Dio una vuelta alrededor de mi, limpiando todo mi cuerpo de la orina de los otros dos machos. Acerco varias veces la pistola ...