1. Nunca debes ser tacaño con tu esposa −1−


    Fecha: 20/11/2019, Categorías: Infidelidad Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos

    Hola me llamo Sandra, esa noche estaba con mi prima Rosa esperando a mi esposo para ir a una peña, que en el Perú es un lugar turístico que presenta bailes folclóricos y después hay una orquesta para bailar toda la noche, ya era tarde y mi esposo no llegaba de su trabajo, nosotras ya estábamos listas, yo con un minivestido rojo con tiritas, yo estaba aprovechando pues uno mi esposo rara vez me saca a bailar, y dos es recontra celoso y solo permite que me ponga este tipo de vestidos cuando salgo con él, la verdad íbamos pues mi prima había conseguido tres pases gratis, ella también se había puesto un vestidito, pero dorado, ella era blanca y rubia a diferencia de mí que soy trigueña y con pelo negro y lacio y chaparrita de 1.60 m… ah, tengo 30 años.
    
    En eso llego, al toque me di cuenta que estaba mareado seguro que había estado tomando con sus compañeros de trabajo, no nos interesaba, lo agarramos de los brazos, y nos fuimos los tres en un taxi.
    
    Cuando llegamos el show folclórico ya había terminado y la orquesta ya estaba comenzando a tocar música bailable, nos ubicamos en nuestra mesa, mi esposo estaba fastidiado pues sabía que tenía que pedir por lo menos unas cervezas y todo era caro en ese lugar, entonces llego el mozo pero llevaba una botella de wiski chivas, nos quedamos mirándonos al ver que la dejaba en la mesa, además de una cubeta de hielo y vasos, el mozo se sonría al ver nuestras caras y señalando una mesa al otro extremo de la pista de baile nos dice, «es una ...
    ... cortesía de los caballeros de esa mesa», llegaba a ver dos caballeros altos maduros con terno, que nos saludaban con la mano, pero me quede con la boca abierta cuando me esposo se sirvió un vaso lleno, le echo hielo y les devolvió el saludo levantando su vaso, haciéndome una seña para que lo imitara, y yo que pensé que se iba a molestar y devolver la botella.
    
    Cuando termino de tocar la orquesta, me sorprendí pues los dos caballeros se fueron acercando a nuestra mesa, mi esposo los miro y nos dijo, «me parece que esta noche el licor nos va a salir gratis, síganme la corriente a lo que diga», cuando llegaron nos dimos cuenta que eran personas maduras como de 45 años, gruesos y bien altos como de 1.80m, el más blancon que me miraba comenzó a hablar.
    
    —hola somos Javi y José, somos españoles, y al verlo acompañado de tan lindas señoritas, pensamos que una de ellas, la que no sea su pareja puede bailar con nosotros, ya nos turnaremos, espero que no se haya ofendido por la botella de wiski.
    
    Mi esposo los miro y con un vaso en la mano y una sonrisa les dice:
    
    —caramba bienvenidos, están en su noche de suerte caballeros, ellas son mis hermanas, bailen nomas, pero pórtense bien.
    
    En ellos se dibujó una sonrisa de oreja a oreja, ni cortos ni perezosos nos sacaron a bailar en ese momento, nos alejamos un poco de la mesa, Javi que era el que había hablado, me tomo de la cintura, estaban tocando salsa y bailaba muy bien.
    
    —qué suerte Sandrita, rogaba que tu fueras la que no ...
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