El semental de confianza II
Fecha: 22/11/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... apá?”.
Ramón le contestó “¿me creerías si te dijera que desde antier?”.
“¡No seas embustero, viejo! Por la forma en que te la cogiste y como te la mamó, yo diría que ya tienes meses, años a lo mejor”.
“No. Apenas antier que se fue su marido”, aseguró Ramón, mientras el Choro acariciaba el interior del flamante automóvil y descubría que accesorios tenía.
“¡Iiiralo pues, con culito y carrazo el señorón!”. “Esa pinche vieja no te va a soltar apá. No nos vayas a salir con alguna culerada por favor”, dijo el muchacho.
“No tengas cuidado cabrón”, le aseguró Ramón a su hijo. “Amo a tu chingada madre, pero una nalguita, pues es una nalguita. Tu nomás cierra el hocico. Ni media palabra porque te parto la madre, ¿entendiste?”.
“¡Claro apá! Ya sabes que soy hombrecito y no ando con mariconadas de esas”.
“¿Te gustaría cogértela?”, preguntó Ramón a su retoño.
“¡No chingues apá! ¡Daría lo que fuera por cogérmela!”, contestó con entusiasmo el mocetón.
“¡Apá, me la quiero culear como tú!”, imploró el Choro cuando llegaron a su casa.
“Ya veremos”, prometió Ramón, a punto de decirle que ella se moría también porque se la culeara.
“¡Viejo jodido!”, dijo el Choro al bajarse del auto. “¡Nomás de pensar que la vas a tener ensartada toda la noche, en jiruto, me muero de envidia!”, dijo al bajarse. “¡Y todavía te pagan un lanón!”
“Vaya cagadero”, pensó Ramón. “Ana sabe que me cojo a su mamá y casi a su hermana, que me quiero coger a la otra hermana y este cabrón ...
... sabe que yo me la estoy cogiendo a ella. Que santo desmadre”.
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Los astros se empezaban a alinear para el Choro.
Cuando Ramón llegó por la noche a casa de Ana, la encontró con los niños. Ella no consideró pertinente dejarlos una noche más en casa de sus padres pues quizá despertaría sospechas. La noche se perfilaba enteramente tranquila.
Ella jamás pondría en riesgo la situación cogiendo con Ramón mientras los niños estaban en casa. A su edad, el pequeño Eduardo podría fácilmente recordar cualquier escena de amor de su madre con alguien que no fuera su padre.
Ana y Ramón conversaban en la cocina.
“Me dijo mi mamá que necesitaba que fueras a ver unos detalles a su casa mañana”, dijo Ana.
Ramón terminó la cerveza y pidió otra.
“¿Albañilería o verga?”, preguntó Ramón.
Ana sonrió. “No sé”, contestó. “Solo sé que mi papá saldrá mañana y quiere que vayas”, agregó.
“Mmmm”, gimió Ramón. “Le traigo ganas a tu mamá. Hace rato que no me la cojo”, dijo.
Se pusieron de pie, se abrazaron, y Ramón metió su mano por debajo del pant deportivo de Ana. Puso su mano sobre su vagina, y con el dedo medio empezó a frotar sus húmedos labios vaginales.
“Mmmmhh”, suspiró ella. “No empieces. No podemos dormir juntos hoy”, dijo.
“Pero mañana… “, “Mañana me voy a coger a tu mamá y si puedo a Claudia, también”, le recordó Ramón.
Ramón se sentó de nuevo.
“Mañana viene el Choro. Le daré instrucciones de que hacer porque pues voy a estar ocupado ...