1. Amor y odio (Parte 3 de 5)


    Fecha: 22/11/2019, Categorías: Incesto Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    Nota: todos los nombres de personas, fueron alterados para preservar la verdadera identidad de los protagonistas
    
    Emily le susurró algo al oído y él se metió al cuarto, ella quedó sola y se dirigió al suyo pasando por donde yo estaba, ignorándome una vez más, en una arrebato la tomé del brazo y la arrastré al descanso de la escalera, ella me dijo
    
    -Qué haces? Estás loco? te dije que no vinieras…
    
    -Por qué? por qué haces esto? me vas a volver loco!
    
    -Hacer qué? no soy tuya, ahora estoy con mi uruguayo, Washington es su nombre por si te interesa…
    
    -No, no me interesa, quiero saber que te hace que yo no te haga…
    
    Emily sonrió y en voz baja, casi como gozándome me dijo
    
    -Enumero? Es más joven, viril, besa mejor, coge mejor, la tiene más grande que vos y aguanta más que vos… algo más?
    
    Si me quería herir, bueno, me había pegado bajo… pero por si faltara algo se acercó más, casi hasta sentir su aliento en mi nariz y sentenció
    
    -Por cierto, me hizo el culo varias veces… no sabes que rico es que me lo haga!
    
    Me había hastiado y con desprecio le dije
    
    -Sos una puta…
    
    Emily me dio una cachetada furibunda que resonó en la soledad del pasillo, me dejó aturdido, levanté mi mano para devolvérsela, pero me contuve, soy hombre, ella mujer… pero volvió a atacar y me apretó las bolas con fuerza hasta hacerme doblar y me dijo
    
    -No soy tuya, déjame en paz…
    
    Recordé en segundos lo que me gustaba de ella, contraataqué, la tomé de sus cabellos hasta devolverle el dolor, ...
    ... y le dije al oído
    
    -Escuchame puta, acá el macho soy yo… entendiste? cuál es tu cuarto? Vamos a tu cuarto…
    
    Caminando con apuro fuimos a su habitación, estaba enceguecido, enloquecido, enfurecido, la puse en cuatro patas sobre la cama, levanté su vestido, ante mis ojos quedó su hermoso culo apenas protegido por una diminuta colaless negra, diablos, como la extrañaba, que hermosa era, saqué el cinto de mi pantalón lo tomé en mi mano y le di un cintaso en sus nalgas que seguramente le hicieron saltar la lágrimas, ella bramó con el dolor, pronto se marcó en sus carnes una gruesa línea roja, me excitó, ella se mantuvo inmóvil, lo repetí en la otra nalga, volvió a gritar del dolor, pero seguía inmóvil, fui por un tercer chasquido con una erección terrible entre mis piernas, fui entonces sobre sus manos junté sus muñecas y las até con el cinto, miré su rostro, sus ojos estaban empapados en lágrimas las cuales habían rodado hacia las sábanas.
    
    Fui por detrás nuevamente y le arranqué la tanga, tiré hasta hacerla crujir entre mis dedos, apenas podía mantenerse en equilibrio con sus manos atadas, su trasero era perfecto, enorme, realzado por su diminuta cintura, escupí mi mano y la pasé por su esfínter, le dije
    
    -Así que le diste el culo a ese uruguayito? Ahora te lo voy a romper yo, para que puedas comparar, puta…
    
    -Seguramente no… - dijo ella – seguro no eres tan bueno…
    
    Estaba excitado, pero en verdad mi sentimientos se mezclaban con odio y enojo, tomé mi pija entre mis ...
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